Ta Tyiñu Ñuu Savi (El trabajador o comisario del pueblo de la lluvia)

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Kau Sirenio / diario19.com

 

tigre 121-90 kauEn los pueblos Ñuu Savi cada año cuando Na ndii (los muertos) regresan a convivir con sus familiares vivos, siempre se les recibe con música y palabra solmenes.

 

La ceremonia lo preparan los mayordomos, el comisario y el concejo de principales. Ante el altar mayor, un orador habla con los muertos. Lo hace durante nueve días en la madrugada, antes de que amanezca. Ahí les habla de los problemas que enfrenta su comunidad. Sobre todo le pide a los que fueron autoridades para que iluminen a Ta Tyiñu Ka’nu Ñuu Ndíkuyu (El trabajador grande del pueblo de Cuanacaxtitlán o comisario), que será electo para el próximo año. El Ta Tyiñu Ñuu Ndíkuyu es el personaje central de las comunidades Ñuu Savi (mixtecas). Para llegar a este cargo hay que conocer cada proceso comunitario que va desde el Tatun (mandadero) hasta la mayordomía de las fiestas patronales. Los Ñuu Savi de Cuanacaxtitlán dicen que el Ta Tyiñu Ka’nu Ñuu Ndíkuyu es el conocedor, receptor, transmisor y enriquecedor del conocimiento del pueblo de la lluvia.

 

Es el que cuida el pueblo durante el año que le toca conocer los problemas internos comunitario. Una vez que haya culminado su servicio en la comunidad, de un año, pasa a ser Ta Taku Ini (hombre que vive su corazón o señor de alma viviente) y se integra al consejo de ancianos o de principales, órgano que se encarga de acompañar al nuevo Ta Tyiñu para que desempeñe su servicio comunitario “así como lo hacían los que ya fueron comisarios” y que ayude a resolver los conflictos que se presente. El Ta Taku Ini también se les conoce como Ta ni Xa’nu: Ta=señor, nínu= respeto, Xa’nu = grande (señor de respeto)… pero grande por su virtud fincada en el saber.

 

No cualquiera es Ta ni Xa’nu, en el mundo Ñuu Savi, ni la comunidad misma lo acepta, si no cumple con ciertas exigencia y/o requisitos para ser considerado como tal. De ahí que, ser Ta ni Xa’nu va en relación directa con la personalidad en cuanto a su conocimiento y experiencia y servicio para con la comunidad. Ignacio Ortiz en su tesis sobre la filosofía Ñuu Savi publicado en la revista TU’UN SAVI dice que el Ta ni Xa’nu es la grandeza comunitaria: “La grandeza o reconocimiento que se le da a estas personas, va en razón directa a la sabiduría que poseen, al gran conocimiento que han acumulado por el tiempo vivido, el cúmulo de conocimientos que guardan en su ser por la experiencia que le ha dado la vida, esa gama de aprendizajes obtenidos por los servicios prestados al pueblo, unidos a las enseñanzas de sus padres y abuelos que son los portadores de la herencia de sus antepasados, historia oral que se viene heredando de generación en generación”.

 

Agrega el investigador: “…en el mundo Ñuu Savi, el sabio es aquel que además de haber servido a su comunidad de manera eficiente y honesta, reafirmando así su sentido de comunalidad que matiza su cosmovisión. Por eso, la base del pensamiento y la acción es fundamental lo que se le llama comunalidad, es decir todo lo que se relacione con la vida comunal, el trabajo comunal, el poder comunal, la fiesta comunal.” *** Para ser Ta ni Xa’nu, primero hay que ser Tatun, mayo, viska (fiscal religioso), kumision (policía) y por último Ta Tyiñu Ka’nu. El cual es elegido en una asamblea publica con la presencia de los Ta ni Xa’nu, ahí intercambian su punto de vista. Esta asamblea debe de ser muy concurrida porque el asunto que se va conocer, no es menor, pues de ahí saldrá el nuevo padre y madre del pueblo, así que el Ta Tyiñu Ka’nu Ñuu debe de hacer una convocatoria abierta, para que todos los que tengan mayoría de edad participen.

 

El llamado a la asamblea en Cuanacaxtitlán antes lo hacían Na Taku Ini (señores de alma viviente), conocido también como concejo de principales. Los medios que utilizaban para convocar a la población era a través del tambor y campana, conforme se introdujeron la tecnología ahora se hacen en los aparatos de sonidos. Ahí en la asamblea, los asambleístas discuten, los Ta ni Xa’nu hacen lo mismo.

 

El concejo de principales delibera y ve los posibles candidatos a Ta Tyiñu Ñuu Ndíkuyu. En esta reunión no se discute otro tema que no esté relacionado con el nombramiento de las nuevas autoridades. El mensaje que antes se enviaba a los vecinos de Cuanacaxtitlán a través de un Tatun es el siguiente “Ti’vi Ta Tyiñu Ka’nu yú’u,

na kixi ka’an yu, xi’in ndó’o, ni kana ra ndó’o, xa ndo ña mani ta xaa ndo ve’e Tyiñu ñuu kivi domingo, ta ndisa ku yo nduku yo ta Tyiñu xäa, ku ndityi in kuiya xá’a ñuu… (me envía el comisario grande, que venga a decirles, que él los llama y que hagan el favor de ir a la casa de trabajo ‘comisaría’ el día domingo, para que todos juntos busquemos el nuevo comisario que cuidará el pueblo por un año…)” Cuando llegó el aparato de sonido en Cuanacaxtitlán, la visita domiciliaria de Tatun se fueron relegando y el mensaje también cambiaron de Tu’un Savi a español y el contenido también. Al día acordado para la elección de comisario que siempre se hace el primer domingo de Kuiya Xaa (año nuevo), el comisario en funciones y na Ta ni Xa’nu dirigen la asamblea general para elegir ante los ojos del pueblo, ahí los asambleístas escuchan las propuestas y votan a mano alzada por la persona que ellos creen que debe de representarlos durante un año.

 

Una vez electa la persona que recibirá Trabajo=Autoridad, Justicia=Bastón de mando y la casa de Trabajo=comisaría, los señores de alma viviente le ofrecen acompañarlos en sus gestión y ayudarlo en la medida de sus posibilidades para que cuide al pueblo por un año. Y si resiste o se niega hacerlo, na Ta ni Xa’nu se organizan para pedirle que cuide al pueblo con este discurso ceremonial.

 

En el registro antropológico de Gaudencio Mejía Morales, Formas tradicionales de elegir a las Autoridades Ñuu Savi se recoge la oralidad ceremonial de Metlatonoc: “Te pedimos en nombre del pueblo que hagas el bien de aceptar lo que se te propone, porque es el pueblo el que te ofrece el cargo. Te pedimos que lo hagas es sólo un año, nos valemos de ti. Contigo nuestra alma gana fuerza, con tu presencia nos sentimos fuertes. Tú también ganas fuerza de todos nosotros. “Al tener la responsabilidad más importante en tus manos, tú será Padre y Madre del pueblo. Tú guiará al pueblo. Tu cuidará de él, para que ninguna persona vaya hacer lo que quiera. Tú tendrá el orden. Tú impondrás la justicia y tendrán que obedecerte porque serás autoridad de todos, no de unos cuantos. Tú cargarás con el trabajo, gobierno serás tú. “Camina con nosotros, te lo estamos pidiendo humildemente. Camina delante, atrás nosotros te seguimos. No tenemos a otro a quien mirar, nuestros ojos se fijaron en ti. Eres del pueblo y el pueblo se ha fijado en ti. Tú no estás buscando trabajo ni responsabilidad, te lo estamos dando. El pueblo te propuso y te pide que aceptes” En Cuanacaxtitlán la plática se hace en la casa de la persona que fue electa cuando no acepta la encomienda, entonces una comisión de na Ta ni Xa’nu lo visitan, llevando consigo una botella de aguardiente y cigarros, ahí le piden a la esposa que acepte que su esposo sirva al pueblo por un año.

 

“Ña Taku Ini, ka’nu na koo ini un, vaxi ndu mi yaa ndo, kuañu koo ña’a va’a vaxi xí’in ndu, ta ni yaa in ña ndini tixi ñuu, ñakan kú ndi kueta ndu xika ndu, nda mi yaa ndo, vaxin du kakan ndu inn ña mani ka´nu xí’in un na kuvi taxi un ña mani xí’in ñuu, tyindee un ta ií un ta ku ndu ra ta Tyiñu Ka’nu, ñaa ka ni ndiku’e ña ñuu xito ni ta yó’o ni kuvi ku ndu ta Tyiñu, ni ka’an na xá’a ra ta na kundu ra ta Tyiñu inn kuiya, inn kuiya viti va xa ra Tyiñu…(Señora de corazón vivo, grande sea su corazón, venimos donde viven, tal vez no traemos cosas buenas, pero hay una preocupación dentro del pueblo, por eso nos levantamos y caminamos hasta su casa, venimos pues a pedirles un favor grande con usted para ver si puedes hacerle un favor al pueblo, para que ayude a tu esposo para que él sea comisario grande, lo que pasa que hoy en la mañana la gente del pueblo vieron a este hombre que él puede ser comisario, hablaron por él para que se comisario por un año, nomás un año va hacer trabajo en el pueblo…)”

 

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Los ñuu savi de Cuanacaxtitlán, ponen sus ojos para Ta Tyiñu Ka’nu Ñuu en las personas honesta y trabajadora. Que no sean personas que no le guste trabajar, porque esa persona puede que tenga costumbres malos. Filemón López García dice que en su tiempo, los padres procuraban enseñarles a sus hijos estas palabras para que cuando sean adultos no sufran: “…pero hoy tienes que comenzar a trabajar por tu subsistencia. Es el trabajo hijo mío, lo que hizo felices a nuestros antecesores que tanto hicieron por el buen nombre de nuestro pueblo. Seas pues hijo mío, tu primera obligación, el trabajo.

 

Con el trabajo no te faltará nunca el alimento con que conservará tu vida; tus hijos y tu esposa no carecerán de nada y tus semejantes te respetarán; porque a ninguno dañarás y será siempre bueno no pensando en las cosas que nuestros padres que fueron muy sabios y condenaron”.

 

Álvaro Estrada cita en el libro María Sabina la sabia de los hongos la conversación entre las mujeres cuando amonestaban a sus hijas antes de que estas se casen con palabras similar: “Entraste en la edad en que debes comenzar a trabajar para que no seas más tarde una mujer inútil. Trabaja de día y de noche sin descansar un momento, porque nuestros padres que fueron muy sabios nos decían que la gente que no trabaja siempre está enferma y piensa en hacer cosas malas”.

 

Trabajo y justicia son principios morales apreciables para los Ñuu Savi: tales cualidades quedan limitadas si no van más allá del mismo pueblo y del individuo, sé’e Ñuu (hijo del pueblo), debe de refrendarlas en lo personal y en lo colectivo. Las personas que cumplen con este camino en los pueblos, que va desde Tatun, mayo, viska, kumision hasta ta ma tomo (el mayordomo) es la persona correcta y apta para ser Ta Tyiñu Ka’nu Ñuu Ndíkuyu.

 

 

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El cambio de las autoridades en comunidades Ñuu Savi se hace cada 15 de enero, la población espera en nuu Ñuu (cara o entrada del pueblo), con cohetes y música de vientos. Ahí un Ta ni Xa’nu, le impone al nuevo comisario el bastón de mando, luego le coloca collares de cempaxúchitl y le dice esta palabra.

 

“Hoy cargan con una responsabilidad, con un trabajo –Formas tradicionales de elegir a las Autoridades Ñuu Savi–. De ahora a un año son nuestros padres y nuestras madres. Respondan con humildad en su alma. Al ponerle este collar de flores, hagan grande su corazón. ¿Qué podemos hacer?, primero el creador que nos protege, después nosotros que sólo somos hombres. Ahora los hemos nombrado a ustedes, nuestros hermanos.

 

Ustedes serán nuestros padres y madres del pueblo. Ustedes responderán por el pueblo”. El señor Procopio Francisco Clemente dice que en sus tiempos, unas vez que le daban la bienvenida al comisario entrante todos se encaminaban a la comisaría ahí el cesante también le dirigía palabra a su relevo y le decía así: “Comisario, grande sea su corazón, aquí llegaron, porque el pueblo quiso que ustedes fueran los que ahora nos cuide por otro año. Aquí les dejo la comisaría, seguramente no hice bien, no hice lo que debía de hacer, tal vez actúe mal con los vecinos, disculpen si es que hice males.

 

Por eso le digo a ustedes que no hagan lo que yo hice, no quiero que ustedes agarren o tomen otro camino, muchos fueron mis errores y yo no quiero que ustedes hagan lo mismo. “Aquí les dejo el trabajo que cargué durante un año. Este fue lo que pude hacer y no quiero repetirlo más, porque así lo hemos durante muchos años. Otros vendrán después de nosotros. Por eso le pido que hagan bien, porque vendarán mujeres, vendrán hombres a pedir justicia. ¡Denles justicia!. Hagan justicia con cada uno de ellos porque son nuestros hijos. Hijos del pueblo. Estén siempre con el corazón grande. Mantengan la humildad en su alma. Disculpen por todo”.

 

Por su parte Filemón López García de Cuanacaxtitlán retoma parte del discurso central que se le dirige al nuevo comisario. Este oratoria es el mismo discurso que na Ta ni Xa’nu de Potoichan, municipio de Copanatoyac, y de Itia Suti, municipio de Metlatonoc –registro antropológico de Gaudencio Mejía–, le dirigen a sus nuevos comisarios.

 

“Solamente un año tienes que aguantar tu responsabilidad como autoridad de tu pueblo. De hoy en adelante no tendrás amigos, olvidarás a tus hermanos. Todos los del pueblo serán iguales ante ti. “Ahora que eres padre y madre del pueblo, para que apliques la justicia igual para todos, olvidarás a tus parientes, no por ser tu hermano, pariente, amigo tuyo, vayas a tratarlo bien y lo encubras.

 

Deberás cumplir la responsabilidad que depositamos en tu persona, derecho y justo como marca la ley. “Piensa que en tu persona están puestos los ojos de todos nosotros, de todo el pueblo. Hemos confiado en ti y no debes de defraudar a nuestra confianza. “A los delincuentes no por ser delincuentes hay que maltratarlos, por el contrario, son a los que deberás de atender y cuidar, porque es gente que no anda por buen camino, por eso hay que ayudarlos a enderezar su vida. Debes ser comprensivo con ellos porque son los que más reclama y quiere la justicia, y son los a los que hay que cuidar para que corrijan sus actos. Si no pudieras deberás de mandarlos a la justicia superior a ti”.

 

 

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En Cuanacaxtitlán un Ta ni Xa’nu sabe que si un comisario no ejerció debidamente su función como autoridad, este no debe de integrarse al cuerpo de Concejo de Principales. Es más se encomienda al nuevo comisario que no llame a esta persona para que no manche el buen nombre del pueblo.

 

La ceremonia de cambio de autoridades Ñuu Savi termina el 16 de enero, con la danza del tigre. El Tigre: es la fortaleza de la comunidad, además lo cuida para que el perro no muerda al cazador, cuando muere se acaba el periodo del comisario.

 

El Cazador es el pueblo, siempre anda persiguiendo al tigre y cuando este no le hace caso le dispara o le echa el perro para molestarlo, tal como sucede con los vecinos que nomás se la pasan desobedeciendo al comisario cuando hay trabajo comunitario. El Perro es el mal contra quien debe de pelear el felino Ñuu Savi. La gente de Cuanacaxtitlán cree que los males del pueblo lo provocan los perros. El tigre sale de la casa del fiscal primero, máximo cargo religioso de Cuana, ahí realiza sus primeros baile, después se dirige a la comisaría donde el comisario saliente hará entrega la cofradía y cierre de corte de caja.

 

Una vez concluida la ceremonia en la comisaría, el tigre despide al comisario saliente y le da un abrazo al entrante como muestra de cambio de autoridad, de ahí recorre por las principales calles para pedir cooperación a los vecinos para que la nueva autoridad tenga dinero. Casi al ocaso, el tigre llega a la casa del fiscal primero entrante para danzar ahí dos piezas, de ahí sube a un árbol, mientras que el cazador lo persigue, para matarlo.

 

Cuando cae el tigre muerto del árbol significa que el comisario saliente ha quedado cesado por un año para que la población valore si su trabajo fue bueno o malo, si lo hizo bien, el concejo de principales lo llamarán para que sea el nuevo Ta ni Xa’nu del pueblo. Este es el proceso comunitario del cual debe caminar Ta Savi (hombre de la lluvia) para ser Ta ni Xa’nu.

 

Si en este proceso aprende bien la herencia directa e indirecta que le viene de generación en generación de modo oral, muy viva entre los pueblos donde se habla el Tu’un Savi, o en el territorio histórico Ñuu Savi. El Ta ni Xa’nu es: conocimiento, experiencia, sabiduría, servicio, siempre aprendizaje.

 


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