Carta a Enrique / Vete / Luis Cardona

Luis Cardona

 

Reflexiones

 

Lo guapo para muchas mujeres mexicanas, fue factor para votar por ti. Recuerdo a muchas escribir en redes sociales que darían su voto al “guapo”. Debió ser parte de una estrategia de éstas que te encantan.

Sin duda atrás de la estrategia mediática debe haber un cerebro más inútil que el tuyo. Los traspiés en la política de comunicación social y estrategia de imagen demuestran proyecciones de gente que no sabe en las que te mete.

Eres presidente de la República, porque no había más que un elegido por el Estado, no por lo brillante de tu carrera, o las urnas, sino por tu excelente posición a favor del grupo que rige el destino de México. Contigo en el poder y una estrategia de miedo y terror, pensaron, sería fácil exprimir al pueblo mexicano.

Nadie pudo superar el perfil de Títere, y vaya que en el ámbito político tricolor existen muchos, pero dejaste en la banca hasta Manlio Fabio Beltrones. Le ganaste de tal forma que no le quedó más que rendirse y servirte de vocero político y sembrador de reformas que llevan a México al precipicio. Hasta el bigote rasuró para no verse más viejo que tu, y menos parecido a la pareja de Viruta.

Durante un año, ayudado por lo que queda de Acción Nacional y el PRD, navegaste en la mentira entreguista con un Pacto que le costó a la oposición volverse humo. Ya no existe la oposición política, acabaste con ella permitiendo de todo, utilizando al Crimen Organizado para deshacerte de rivales de todo tipo. Hasta de estudiantes extremadamente pobres, cuyo fantasma arrasa con tu “proyecto de Nación”, que nunca ha sido el de millones de mexicanos, es tuyo y de la gente que aún puede creer en ti, pero de nadie más. Qué pena Enrique.

Permitiste un creciente Estado de terror en la Nación que por fuerza, inequívocamente, te llevará a enfrentar la protesta pacífica inicialmente con apoyos de dicho, “solidaridad y reconocimiento”, luego la violencia -quien sabe si auto-generada-, con “tolerancia” y llamados a la paz hipócritas, para terminar reprimiendo con fuerzas federales ya  ubicadas en la República. Una pena, Enrique.

Tu salida del País en momentos de crisis social, la agravó todo.

Y no contento con eso llegando de China y Australia, solo se te ocurre  bajando del avión, declarar que usarás la fuerza pública en cuanto sea necesaria. ¿ Con quién piensas que hablas Enrique?. El pueblo ha rebasado el límite de la prudencia ante la misma muerte. ¿No has notado, que las detenciones de Narcos, extradiciones y muertes, ya no significan nada para el pueblo?. El pueblo está enojado, harto y sin miedo. Fíjate bien Enrique, ya no tiene miedo. ¿Lo sientes?.

El Infierno que infiere Poniatowska, es el clima que has provocado Enrique. ¿Sabes donde estás parado?. No va a ser Angélica la que te salve de quedar inscrito como el peor presidente de México. No va a ser ella, con declaraciones de mansiones empapadas de corrupción la que salve tu imagen. Las artistas están acostumbradas al divorcio en cuanto se termina la vida estable. A menos claro que exista un contrato por 88 millones de la empresa donde trabajó 25 años, que te aseguren un matrimonio al menos hasta que dejes el cargo de Presidente, y conste que no voy al término de un sexenio. Que pena Enrique.

Hoy el pueblo, la ciudadanía, La nación no cree en la política que practicas, en tu forma de gobernar, por que en todos sentidos das tumbos, económico, social, político; todo se tambalea. Bueno hasta Rosario a quien aseguraste que no se preocupara y lo creyó, tuvo que salir huyendo en Guerrero cuando entregaba despensas, por el rumor de que la iban a secuestrar para obligarte, entre otras cosas, a presentar a los 43 normalistas que tu mejor sabueso no puede encontrar.

Tienes a las fuerzas que mueven a México, en completa incertidumbre. No me refiero a las marchas y al Zócalo lleno de protestas, sino a los empresarios, comerciantes, socios inversionistas, partidos políticos, incluyendo gran porcentaje de las bases priístas, en tu contra Enrique. Se que no está en ti la decisión de dejar de ser presidente, que a pesar de poder considerarla, no es tuya la decisión, pero al menos debieras ir cabildeando con la Oligarquía tu salida, porque el panorama no pinta nada bien.

No te esperes a reprimir movimientos, prevé las cosas y si no puedes, como creo, dar respuestas maduras, mejor retírate. Que se llame a nuevas elecciones, para seguir con la farsa democrática, y tu dejes de dar Pena, Enrique.

Necesitamos otro presidente, un Estado mexicano incluyente. Ya basta de vaciladas de Televisión que solo te aplaude López Dóriga. Enrique ya no des pena. Vete.