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Periodistas de a pie / diario19.com / Primer Capítulo

PRESENTACIÓN

El 24 de agosto de 2010, la Secretaría de Marina informó del hallazgo de 72 cadáveres en un rancho-bodega abandonado en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas asesinados por el grupo criminal Los Zetas. Eran 58 hombres y 14 mujeres, todos migrantes que perseguían sus sueños cruzando México hacia Estados Unidos. Tenían las manos amarradas y un tiro de gracia.

Fueron abandonados por el estado que no los protegió en su camino.

Fueron asesinados por criminales en complicidad con policías.

Fueron borrados por el Estado al que no le interesó identificarlos y devolverlos a sus familias.

El contraste de diversas fuentes de información compiladas aquí (oficiales de México y el extranjero, investigaciones periodísticas y de expertos, estudios académicos e informes de organizaciones sociales) exhiben y cuestionan la versión oficial de los hechos. Hay contradicciones en las fechas del secuestro y del asesinato por parte de Los Zetas, así como los motivos de la masacre. Se pone en duda si los marinos descubrieron los cuerpos, si la Secretaría de Marina alteró los hechos en su comunicado, si los migrantes fueron asesinados porque se negaron a ser reclutados, si los sobrevivientes fueron más de tres, si están en la cárcel todos los culpables y si las familias recibieron los cuerpos correctos de sus muertos. A 5 años de la masacre aún hay 11 cuerpos sin identificar.

El gobierno no ha transparentado la investigación.

Para entender la masacre de 72 migrantes en San Fernando, es necesario recordar qué es este lugar: es el municipio más grande del país, ubicado en la frontera con Estados Unidos y el Golfo de México, zona estratégica para el tráfico ilegal; además, en sus entrañas guarda una de las mayores reservas de hidrocarburos de la nación.

La información que soporta a esta investigación se obtuvo de fuentes oficiales de México y Estados Unidos, de investigaciones académicas y periodísticas y cables desclasificados.

Nuestras fuentes de información

La Matanza

La noche del 24 de agosto la Secretaría de la Marina informó que un hombre herido había llegado a un puesto de control de la dependencia, en San Fernando, solicitando auxilio porque había sobrevivido a un ataque en un rancho cercano. Al indagar la denuncia los marinos descubrieron una bodega con los cuerpos de 58 hombres y 14 mujeres con balazos en la cabeza que, según la explicación oficial, eran migrantes que iban hacia los Estados Unidos, en el camino habían sido interceptados por Los Zetas y asesinados porque se negaron a trabajar para esa organización criminal.

Una duda básica es la cantidad de hombres y mujeres muertos, pues mientras el gobierno federal sostiene los 14 y 58, la procuraduría de Tamaulipas dice que fueron 13 mujeres y al Comisión Nacional de Derechos Humanos duda del sexo de un cádaver.

Las inconsistencias prevalecen en la identificación de la fecha de la masacre. Los reporteros tamaulipecos que cubren San Fernando supieron del hecho el día 23 –al escuchar la frecuencia de radio de las patrullas de los policías municipales— y acudieron al rancho a tomar fotografías de la escena del crimen, que encontraron con cadáveres y sin resguardo ni presencia de autoridades. Pero embargaron la información durante un día: lanzaron la noticia hasta después de que la Marina hiciera público el hecho un día después.

VERSIONES

Comunicado de Prensa 216/2010 – SEMAR

La Secretaría de Marina informó el martes 24 de agosto de 2010 que al puesto de control carretero que mantenía en las inmediaciones de San Fernando, llegó un hombre ecuatoriano herido con arma de fuego, quien denunció que había estado retenido en un rancho cercano al retén, con otras personas que fueron asesinadas. El era un sobreviviente. Se salvó porque se hizo el muerto.

Al principio no le creyeron. Al seguir las indicaciones dadas por el ecuatoriano se encontraron con delincuentes que abrieron fuego y emprendieron la fuga. En el ataque murió un marino y tres supuestos miembros del grupo delictivo, fue aprehendido un menor de edad, además del decomiso de armas y cartuchos.

Los marinos llegaron al lugar señalado por el herido, un rancho que denominaron El Huizachal –ubicado a 22 kilómetros al noreste de la cabecera municipal–, donde encontraron los cuerpos sin vida de las 72 personas.

En la posterior reconstrucción de los hechos el gobierno mexicano informó lo que había sucedido:

El 21 de agosto de 2010 a las diez de la noche dos camiones en los que viajaban 77 migrantes rumbo a Estados Unidos fueron secuestrados en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, por ocho hombres armados y conducidos a una bodega abandonada del ejido El Huizachal. En el lugar fueron obligados a bajar y fueron atados de manos. El 22 de agosto les dieron dos opciones: trabajar para el grupo delictivo o la muerte. Los 72 que se negaron fueron asesinados. Uno aceptó.

En minutos, vendaron a todos de los ojos, los tiraron al suelo, los asesinaron por la espalda; a muchos les dieron un tiro en la frente.

Los cuerpos permanecieron un día apilados, a la intemperie, hasta que los detectó la Marina.

Después se supo que los asesinos eran integrantes de Los Zetas. Que en el convoy original viajaban 77 personas.

SEMAR. Comunicado de prensa 216/2010. 24 de agosto de 2010.

Los Sobrevivientes

Desde el hallazgo de los cadáveres, las autoridades han manejado que existieron dos sobrevivientes de la masacre. Uno de ellos, Luis Freddy Lala Pomavilla, el ecuatoriano; el otro, a quien nunca identificaron, un varón hondureño.

Lala Pomavilla, el ecuatoriano, vive en su país natal. No volvió a aportar información diferente sobre los hechos. El hondureño, al momento de ser repatriado a su país, escapó del refugio y volvió a la ruta migratoria.

Pasó desapercibida la noticia, dada por el gobierno ecuatoriano, de que fueron tres los sobrevivientes. El tercero, salvadoreño, es testigo protegido en Estados Unidos y vive bajo una identidad distinta. Nunca se ha conocido su testimonio.

¿Alguno de ellos es el migrante que fue forzado a ser sicario? ¿Existe confusión y se suma en la lista a quienes viajaban en el convoy, pero no fueron llevados con el grupo en el que iban los 72?

No se ha establecido el número y la identidad de las personas que viajaban en el convoy y a las que Los Zetas liberaron al momento de la captura: sólo se mencionan dos choferes de autobuses y una mujer con una niña, todos mexicanos. Sobre ellos, hasta el momento, no se tienen pistas.

Tanto los cables de la embajada norteamericana como el testimonio del mismo joven Lala Pomavilla afirman la existencia de una cuarta sobreviviente y su hija: “había una mujer embarazada como de 9 o 10 meses y con una niña, pero a ella no la mataron no sé a donde se la llevaron.”

¿Quiénes eran los coyotes? ¿fueron asesinados junto a los 72 migrantes? ¿cuántos sobrevivientes existen de esta masacre?

Sobre ellos, hasta el momento, no se tienen pistas.

VERSIONES

Freddy Lala Pomavilla fue uno de los sobrevivientes y dice que no fue el único.

El balazo que le apuntaron a la cabeza no lo mató, lo hirió en la quijada. Para que los asesinos no lo remataran se hizo pasar por muerto hasta que la masacre terminó.

En su testimonio, el joven ecuatoriano relató que un hondureño que había resultado ileso le ayudó a desatarse de las manos y juntos escaparon esa noche de la derruida bodega.

“Había un amigo que no estaba muerto, estaba sano, él era hondureño, salí con el amigo y vi una lámpara que estaba muy lejos, al ver la lámpara corrí como 10 kilómetros”, se le escuchó decir en una entrevista transmitida por televisión.

Se desconoce la identidad del migrante de Honduras. Según Freddy, su amigo logró esconderse entre los matorrales y pasó por desapercibido.

Corrieron juntos para buscar ayuda pero se separaron en el camino, en una de las entrevistas que dio en el hospital donde repitió los primeros auxilio, Lala Pomavilla contó: “El amigo mío se separó de mí pensando que yo me iba a morir y no iba a avanzar”.

Conforme avanzaron las indagatorias se supo que además del hondureño una persona salvadoreña también se había salvado. Freddy Lala informó también en una entrevista de la existencia de otra sobreviviente: una mujer embarazada y una niña pequeña.

“Entre las 76 personas había una mujer embarazada como de 9 o 10 meses y con una niña, no sé a dónde las llevaron. Ellas no estaban ahí (después de la matanza)”, dijo.

Después de haber pasado una semana en el hospital Alfredo Pumarejo en Matamoros, el 30 de agosto –sin trámite migratorio de por medio y sin haber sido dado de alta por los médicos– fue repatriado en a Ecuador en el avión presidencial. Lo recibió su esposa de 17 años y 4 meses de embarazo.

Los gobiernos de Ecuador y de México prometieron brindarle protección y resguardo.

Los padres de Lala Pomavilla vivían en Nueva Jersey, Estados Unidos, a donde se dirigía Freddy cuando emprendió la ruta migratoria y se topó con Los Zetas.

El gobierno ecuatoriano ofreció a la familia gestionar su regreso a su país natal bajo la custodia del programa para víctimas y testigos, lo que incluía hacerse cargo de los gastos familiares, una vivienda, tratamiento psicológico y protección policíaca 24 horas. Ellos aceptaron.

En diciembre del 2010 el abogado de la familia, William Murillo, denunció en cadena nacional que el gobierno incumplió sus promesas de ayuda de casa, tierras cultivables, un carro, un puesto de trabajo estable y un negocio.

En vísperas del primer aniversario de la matanza, el gobierno le retiró a 10 miembros de la familia la custodia policial a la que tenían derecho bajo el programa de protección. Esto a pesar de que, según el abogado, dos vivían bajo amenaza.

Funcionarios de la Fiscalía General argumentaron que habían perdido los beneficios de la protección por haber cometido delitos como escándalo público e ingesta de bebidas alcohólicas por parte del padre del sobreviviente, entre otras.

Desde el 2013 Freddy Lala y toda su familia fueron excluidos del programa de protección con lo que les fue retirada la custodia y los apoyos médico, psicológico y económico.

Su petición de asilo político a Estados Unidos o cualquier otro país no ha prosperado hasta el momento.

“El Gobierno me ha fallado, me ha engañado” dijo Freddy Lala en la entrevista que CNN realizó el 7 de abril del 2015.

LA RUTA DEL SOBREVIVIENTE ECUATORIANO

El siguiente mapa traza el recorrido que el joven ecuatoriano sobreviviente, Fredy Lala Pomavilla, realizó herido desde que escapó del rancho donde ocurrió la masacre y su paso por el retén de la Marina –a 19 kilómetros de distancia– donde informó sobre la masacre, su traslado al Sanatorio Naval Militar –que durante su internamiento fue atacado– y su posterior traslado al Hospital General Alfredo Pumarejo.

Las coordenadas exactas fueron tomadas de la investigación hecha por el periodista norteamericano especializado en incidentes humanitarios internacionales, Gary Moore, luego retomadas por la fundación de investigación sobre crimen organizado en Latinoamérica, Insight Crime.

Dimensionar el recorrido de este sobreviviente es importante porque la versión oficial sobre lo ocurrido se basa completamente en su testimonio. Sin embargo, al analizar las distancias recorridas y los tiempos en los que supuestamente se desarrolla su huida surgen dudas que han quedado irresueltas.

Algunos medios difieren o muestran una ubicación distinta del rancho El Huizache, sin embargo, según nuestra investigación, la más acertada ha sido la expuesta por Moore, quién visitó el lugar de los hechos y mostró evidencia documental.

El Hallazgo

El 24 de agosto la Marina informó que a un retén carretero cerca de San Fernando, Tamaulipas, llegó un hombre herido a pedir auxilio por un ataque en un rancho cercano, lo que les permitió descubrir la masacre de 72 migrantes.

Sin embargo, según investigaciones independientes, la policía municipal fue la primera en llegar al rancho El Huizache, la escena del crimen. Incluso los reporteros que cubren la zona tuvieron conocimiento de este hecho desde el 23 en la mañana y habían acudido al rancho a tomar fotografías, antes de la llegada de las autoridades federales.

En la información oficial no queda claro quién fue la autoridad que tuvo primer conocimiento sobre el crimen, ni cómo fue el hallazgo y quiénes participaron en este. También se plantean dudas sobre el tiempo en que los marinos tardaron en reaccionar al relato del sobreviviente ecuatoriano. No se ha informado tampoco cómo se preservó el lugar. Tampoco hay datos sobre la comunicación entre autoridades y cuál fue la cadena de mandos. Incluso, si fueron las autoridades locales llegaron primero al rancho, se desconoce si alteraron la escena del crimen.

Las autoridades federales han sido omisas en informar la cantidad de elementos de fuerzas de seguridad desplegados en la zona –policías federales, ejército, marina- antes y después de la masacre, información que permitiría deslindar responsabilidades sobre la complicidad o inacción que permitió el crimen.

En su boletín del 24 de agosto, la Secretaría de la Marina informó que al seguir las indicaciones del sobreviviente, al momento de acudir al sitio de la masacre, tuvo un enfrentamiento con un grupo de criminales donde 4 personas murieron -3 agresores y un marino- y una persona menor de edad fue detenida, además de que se incautaron armas, chalecos y uniformes militares. Pero, al ser cuestionada, admitió después que el enfrentamiento no estaba relacionado con la masacre y que únicamente sumó los dos hechos en el mismo comunicado.

VERSIONES

La noche del martes 24 de agosto la SEMAR lanzó un comunicado de prensa, en el que relataron brevemente un enfrentamiento con un presunto grupo de delincuencia organizada. El boletín informó que desde las unidades aeronavales avistaron a un número de personas que, al percatarse de la presencia de la Armada de México abrieron fuego y huyeron del lugar. La Marina repelió y perdieron la vida tres presuntos delincuentes, un marino y se detuvo a un menor de edad que quedó bajo la custodia de la PGR.

Según el comunicado, el operativo se había realizado porque una persona herida por arma de fuego, llegó a un puesto de control carretero que personal naval mantenía en las inmediaciones de San Fernando. El individuo de sexo masculino denunció haber sufrido la agresión en un rancho cercano al lugar donde se encontraba dicho puesto de control.

“En este sitio a 22 kilómetros al este noreste de San Fernando, Tamaulipas, fueron encontrados los cuerpos sin vida de 72 personas (58 hombres y 14 mujeres)”.

La SEMAR difundió un video de un sobrevuelo sobre la finca y aportó algunas fotografías de lo incautado a los criminales: autos, armas cargadores, cartuchos, chalecos y uniformes militares.

El miércoles 25 de agosto el gobierno federal ofreció una conferencia de prensa a cargo de Alejandro Poiré y el portavoz de la Secretaría de Marina el contralmirante José Luis Vergara, en la que anunciaron que las víctimas encontradas podrían corresponder a migrantes centroamericanos y que se estaba por confirmar la identificación de los 72 cadáveres.

Al día siguiente el presidente Felipe Calderón dio una versión más durante una entrevista con el periodista Sergio Sarmiento: “Es curioso que el testigo, por ejemplo, dice que llegó primero a un puesto de la Policía de Tamaulipas, que le dijeron: ‘Ahora sí que no es en esta ventanilla, vete allá, con los marinos’” afirmó el entonces mandatario.

SEMAR. Comunicado de prensa 216/2010. 24 de agosto de 2010.

Transcripción de entrevista de Sergio Sarmiento a Felipe Calderón

Las Hipótesis

El horror de la masacre de 72 migrantes encendió las alertas sobre la escalada a un nivel mayor de brutalidad en México. ¿Por qué un grupo criminal secuestró a más de 70 migrantes indocumentados y en esa ocasión no pidió rescate, sino que los asesinó a sangre fría?

La primera versión que se conoció fue la que dio el sobreviviente ecuatoriano, Luis Freddy Lala Pomavilla, quien dijo que los criminales les preguntaron si querían trabajar para el grupo delictivo; como se negaron, entonces los mataron. Esa versión, la masacre por negarse a un reclutamiento forzado, fue tomada como la causa cierta por parte del gobierno federal (reproducida por la CNDH) que a la fecha no ha investigado otros motivos, pese a las dudas planteadas por investigaciones independientes y a que las masacres continuaron en años posteriores en la misma región.

Pistas hay varias. Por ejemplo, el mismo sobreviviente también relató que uno de los secuestrados dijo que sí se incorporaría al grupo criminal, pero, al parecer, fue asesinado, aunque podría ser uno de los sobrevivientes cuyas declaraciones siguen en secreto.

Uno de los cables de la embajada estadounidense plantea dudas sobre la versión oficial pues refiere que el sueldo que habrían ofrecido a los migrantes era “excesivamente generoso” como para negarse, más ante el riesgo inminente de ser asesinados. Y arrojan varias luces: extrañamente no se pidió rescate por lo que la motivación de Los Zetas pudo ser estropear el negocio del Cártel del Golfo por el cruce ilegal de migrantes a Estados Unidos.

Esta combinación de territorio más ganancias la planteó también El Faro, periódico digital de El Salvador: el interés de los Zetas de controlar el territorio y castigar a quien no pague la cuota y, como lo señaló también la Embajada de Estados Unidos, castigar a quien no pague la cuota.” .

Insight Crime abundó sobre el comportamiento anormal de los criminales. ¿Por qué el gobierno mexicano no indagó las otras pistas vertidas por las investigaciones independientes? ¿Por qué no se dio a conocer la versión del segundo y el tercer sobreviviente? ¿Quiso el gobierno apresurarse a cerrar este caso a pesar de la gravedad de los delitos? ¿Por qué? ¿A quién convenía?

VERSIONES

PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
SUBRPROCURADURÍA DE INVESTIGACIÓN ESPECIALIZADA EN DELINCUENCIA ORGANIZADA
UNIDAD ESPECIALIZADA EN INVESTIGACIONES DE SECUESTROS,
MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN

A.P. PGR/SIEDO/UEIS

DECLARACIÓN MINISTERIAL DE ÉDGAR HUERTA MONTIEL “EL WACHE”

En agosto de 2010, EL MONENEKE, que en ese entonces era el encargado de Ciudad Victoria, reportó a El Coyote, que iban dos camionetas doble rodada con gente, que cuando llegaran a San Fernando, las checáramos, para lo cual La Ardilla, dio la orden a El Kilo, para que checara, El Kilo checó que eran indocumentados y se le reportó eso a La Ardilla, La Ardilla dijo que los investigáramos bien que los del Cártel del Golfo estaban reclutando indocumentados para obligarlos a trabajar de Halcones o para tenerlos de esclavos, y La Ardilla dio la orden de que se mataran a El Coyote, y quienes los mataron fueron EL ALACRÁN, EL CHAMACO y EL SANIDAD, nada más los tres los mataron con tiro de gracia, calibre 9 milímetros, esto fue en agosto de 2010 por la noche, llegamos en tres carros que eran una Chevrolet Cheyenne color blanco, una Ford de redillas, de tres toneladas y media, color rojo llegamos EL CHAMACO, EL SANIDAD, EL ALACRÁN, EL COYOTE, EL JUNIOR, EL CÓNDOR y YO, El Coyote, El Junior y yo dimos la seguridad fuera del rancho, los que ejecutaron fueron EL ALACRÁN, EL CHAMACO y EL SANIDAD, esto tardó como dos horas, en donde yo estaba dando seguridad no se escuchaban las detonaciones, era tiro tras tiro, hasta que terminamos , como ya era de noche, no se enterraron en ese momento, pero al otro día llegaría EL CHAMACO a enterrarlos, pero ya no fue porque llegaron antes los marinos. Cuando se terminó de matar a los migrantes que eran como setenta y dos, nos fuimos a San Fernando a un rancho que está a la salida, Ciudad Victoria, que está como en el kilómetro 79 de la carretera San Fernando-Ciudad Victoria, a mano izquierda, es una casa amarilla donde dormimos normalmente y estuvimos como quince días.

Fuentes de Información

La información que soporta a esta investigación se obtuvo de distintas fuentes, además de la oficial del gobierno mexicano:

Versión Oficial
Información emitida por las autoridades mexicanas: Procuraduría General de la República (PGR) , Secretaría de Marina (SEMAR) , Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Instituto Nacional de Migración (INM) y Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.
Embajada de EUA
Cables diplomáticos recibidos por el Departamento de Estado de EUA y obtenidos por la organización National Security Archive (NSA).
Tesis especializada
Tesis de licenciatura con título “Los 72 migrantes que avergonzaron a México. Ni muertos los pudieron cuidar” de Concepción Peralta FES Aragón (2013).
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
CNDH – RECOMENDACIÓN No. 80/2013. “Caso de privación de la de la vida de 72 personas migrantes y atentados a la vida de los extranjeros V73 y V74, en el municipio de San Fernando, Tamaulipas”. Diciembre del 2013.
El Faro
Periódico digital independiente de El Salvador.
Moore
Gary Moore es un periodista norteamericano independiente, especializado en investigar graves violaciones a los derechos humanos.
Insight Crime
Es una organización de periodismo e investigación especializado en crimen organizado en América Latina.
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