A unos cuantos días de celebrarse La Guelaguetza, los habitantes de la capital de Oaxaca viven entre basura y bloqueos viales tras el cierre del basurero de Villa Zaachila, el incumplimiento de acuerdos del municipio morenista y el estatal priísta por realización de obras sociales, otorgamiento de beneficios a comunidades y exigencias de justicia.
El basurero municipal de Villa de Zaachila recibió durante 42 años residuos sólidos de 25 municipios, incluidos la capital de Oaxaca, y tiene una semana cerrado debido a que ha causado diversos daños al medio ambiente, por lo que las calles de la capital están llenas de basura.
Por otra parte, grupos políticos y sociales se manifestaron por diversos puntos de la ciudad bloqueando vialidades tras la falta de atención de sus demandas.
El miércoles anterior, un grupo de personas realizó un cierre vial en el acceso al Cerro del Fortín, donde se lleva a cabo La Guelaguetza debido al aumento en el costo y falta de boletos para esta celebración, que ha dejado al pueblo fuera, convirtiéndose en un acto puramente turístico, elitista, discriminatorio y clasista.
Sin embargo la falta de recolección de basura, es ya un problema sanitario pues las familias están sacando sus desperdicios a las calles, sin que las autoridades tenga la posibilidad de recogerlos
En colonias de alto nivel económico como La Reforma, las juntas de vecinos tienen desplegadas lonas avisando a los moradores que no dejen en la calle la basura tras pena de ser exhibidos por medio de videos existentes en las residencias además de una sanción económica de parte de las autoridades.
Sin embargo la situación se ha tornado un serio problema, y ya se observan montículos de basura incluso en fincas abandonadas y terrenos baldíos, mientras el gobernador Murat acude a programas insulsos de televisión.