El Presidente López, de México, minimizó la instalación de un retén por parte de hombres armados en la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, vía que ayer supervisó en helicóptero el mandatario resolviendo todo con un «no pasó nada».
Entrevistado en la presa Picacho, de Mazatlán, Sinaloa, donde realizó una gira de trabajo, López dijo: «no pasa nada, y afortunadamente no hubo ningún problema».
-Del incidente de ayer de los compañeros, ¿supo usted algo de este retén?, se le preguntó.
-Sí, sí, hoy en la mañana, dijo.
-Afortunadamente no pasó nada, se le indicó.
-No pasa nada, no pasó nada, sostuvo López Obrador.
-Fue un incidente, pero bueno, el hecho de que se lo encuentren, pues sí causó susto, se le insistió.
-Pues sí, pero no hay ningún problema, no hubo ningún problema afortunadamente como tú dices, agregó el Mandatario.
En el corazón del Triángulo Dorado dónde la producción de amapola y marihuana, zona que insiste en llamar «Triángulo de la gente buena», para no «estigmatizarla», un retén de narcotraficantes armados con rifles de asalto AK47 (cuerno de chivo) controló el paso por la zona, en lo que se tomó como un «acuerdo de seguridad» entre narcos y autoridades
El retén, con una decena de hombres fuertemente armados que traían consigo «ponchallantas», fue instalado a media hora de «La Tuna», cuna de Joaquín, «El Chapo» Guzmán y residencia de la madre del capo a quien López Obrador ha dado un trato especial, aduciendo que no intenta confrontarlos, para evitar problemas.
Sin incidentes, los individuos armados permitieron el paso de reporteros y funcionarios hacia Chihuahua para la cobertura del evento de López Obrador, quien a diferencia de otras giras en zonas serranas decidió volar en helicóptero de Culiacán a Guadalupe Calvo y supervisar por aire las obras de esa y otra carretera de la región.