Por Luis Cardona
El 8 de octubre de 2020 fue una fecha crucial para las organizaciones de familiares de personas desaparecidas en Sonora. La iniciativa presentada por el diputado Filemón Ortega Quintos, con punto de acuerdo mediante el cual el Poder Legislativo resuelve declarar emergencia humanitaria en Sonora, con el fin de “llevar a cabo las acciones pertinentes y suficientes para enfrentar la problemática ocasionada por la desaparición forzada de personas”, abrió una nueva esperanza.
El pleno aprobó a través de la Comisión estatal de búsqueda de personas y la Fiscalía General del Estado, redoblar esfuerzos e implementar la atención, investigación y resolución de los casos de personas desaparecidas, así como el establecimiento de un presupuesto para la búsqueda e identificación de las mismas, se puede leer en acta de la sesión.
De acuerdo a la estadística nacional presentada en 2021, dentro del informe de la Comisión Nacional de Búsqueda, el 29 de enero, Sonora ocupa el quinto lugar en casos de desaparición de personas con 1,227 entre el primero de diciembre de 2018 y el 31 de diciembre de 2020; lo que para el colectivo “Guerreras Buscadoras de Sonora”, en voz de Cinthia Fruto Gutiérrez una de sus fundadoras no es una cifra exacta pues ellas “tienen otros datos” que apuntan un 30 por ciento más de esa cantidad.
Cinthia con voz fuerte enfatiza: “Los casos de desaparición de personas, no terminan. El gobierno maquilla cifras, que desafortunadamente aumentan. Solo en Empalme-Guaymas, tenemos 630 víctimas de desaparición. El 20 por ciento corresponde a mujeres; jovencitas en su mayoría. Las cifras que dio ‘Encinas’ en enero de este año, no son del todo exactas”.
“Necesitamos apoyo del gobierno, de la fiscalía y la policía, para poder seguir la búsqueda. Nosotras hemos encontrado fosas, y personas, gracias a los avisos que nos hace la gente en nuestro buzón de Facebook. Nuestra página ayuda a localizar desde huesos y cadáveres, hasta gente con vida. Por eso llamamos a la comunidad a que anónimamente nos ayude a localizar a nuestros desaparecidos” dice Cinthia mientras cocina camarones envueltos en tocino, para su familia a la que le falta una persona que no han localizado aún.
“Hace falta un laboratorio de identificación Forense en Sonora, como ya lo tienen en Coahuila, porque ahora ya no están enterrando a quienes desaparecen, ahora los incineran. Cada vez es más difícil poder identificarles. A Sonora llegaron dos “trailers” con equipo para identificar restos, sin embargo, estamos esperando a que la Gobernadora Claudia Pavlovich tenga lugar en su agenda para ponerlos a nuestra disposición”, desalentada la activista.
Del primero de enero de 2018 al 31 de diciembre de 2020, 12 mil 743 personas han desaparecido de acuerdo Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), que marca las entidades con mayor número de reportes. Informa que Jalisco encabeza la lista con 3,724. Tamaulipas, 1,287. Guanajuato, 1,252. Ciudad de México, 1,228, y Sonora con 1,227. Le siguen Nuevo León con 1,104, Sinaloa, 933; Michoacán, 785, Veracruz con 565 y finalmente Guerrero con 515, para un total de 12,620. El resto se reparte en los demás estados.
En el informe presentado el 29 de enero de 2021 que rindieron durante la conferencia matutina en Palacio Nacional el Sub secretario de Derechos Humanos de la SEGOB Alejandro Encinas y la comisionada Karla Quintana señalaron que para fortalecer las Comisiones Locales de Búsqueda para 2021, se destinan 581 millones 941 mil 510 pesos mientras que para el Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense se asignaron 40 millones de pesos para el inicio de sus operaciones. Sin embargo, para las organizaciones civiles de búsqueda en Sonora, el presupuesto, sirve solo para iniciar operaciones, pues “la búsqueda necesita de mucho más, aunque nosotras no recibimos ayuda económica del gobierno”, sostiene Cinthia Fruto del colectivo de “Guerreras buscadoras de Sonora”, y suscribe Ana Castro del colectivo “Guerreras buscadoras de Cajeme”.
Ana Castro, es activista buscadora en Cajeme. “Nosotras, con medios propios, vamos y buscamos a nuestra gente. Nadie nos ayuda. A nosotras la desaparición de los fideicomisos de ayuda que brindaban presupuesto a Organizaciones no gubernamentales, no nos afecta porque nunca hemos pedido dinero al gobierno, lo que solicitamos es ayuda y seguridad para ir a escarbar y sacar a nuestros familiares. En ocasiones nos mandan, patrullas, o un camioncito. Y nos vamos todas en él. Nos acompaña gente de la fiscalía, pero no siempre.”
“Nos hemos pasado la vida pidiendo apoyo a los gobiernos, todos dicen ayudar, pero la verdad es que lo hacemos solas. Lo que hacemos para que los cuerpos localizados sean entregados a sus familiares con celeridad, es presionar al servicio forense, pues la identificación con pruebas de ADN, se tarda mucho, y no sé por qué, si se supone que es rápida. Tenemos el caso de una jovencita que fue localizada y después de dos años le fue entregada a su mamá”, Ana dice esto y respira profundo.
“Esperamos que quien llegue a gobernar Sonora, ponga un equipo de mucha gente a realizar pruebas forenses, y que la identificación de quienes encontramos, sea más rápida. Los familiares de los desaparecidos, tienen el derecho de enterrar a sus muertos, o abrazar a los vivos”. Anita, como se le conoce, desvía la mirada en cada respuesta, como buscando en algún lugar la forma de que la búsqueda termine. “Pero, esto no se acaba. Al contrario, crece”.
La búsqueda en Sonora de personas desaparecidas, continúa siendo una lucha sin apoyo gubernamental decidido, de acuerdo al Colectivo “Guerreras Buscadoras de Cajeme”. Una lucha sumida en la precariedad, basada en su convicción solidaria ante el vacío de políticas públicas que hagan regresar a sus seres queridos a casa, como sea, vivas, vivos, muertas, o muertos.
Ellas son parte de la unión de Colectivos “Guerreras Buscadoras de Sonora” con al menos un colectivo de cada ciudad con problemas de violencia y desaparición forzada de personas en el Estado.
Silvia Velázquez Rodelo, líder de Guerreras Buscadoras de Cajeme, señala que a pesar de las campañas políticas en el Estado, ninguno de los cinco candidatos hombres se ha acercado con ellas a conocer el serio problema de las personas desaparecidas. La única mujer que busca la candidatura a gobernadora, estuvo el dia anterior en Cd. Obregón, pero tampoco se acercó a ellas.
“Esperamos que quien llegue a gobernar Sonora, ponga un equipo de mucha gente a realizar pruebas forenses, y que la identificación de quienes encontramos, se más rápida. Los familiares de los desaparecidos, tienen el derecho de enterrar a sus muertos, o abrazar a los vivos”. Agrega Ana Castro vocera de las Guerreras buscadoras.
Finalmente, en medio de una agotadora jornada de búsqueda, Anita envía un mensaje al Presidente de la República solicitando ayuda para localizar a su esposo desaparecido en El Fuerte, Sinaloa, y a muchos otros desparecidos y desparecidas.
“Urge una acción más decidida y con presupuesto de la Comisión Nacional de Búsqueda y de los Estados”. Ana Castro.