Varias versiones sobre la primera cruz levantada en la Nueva España se manejaron en un encuentro celebrado al respecto. Por un lado, se ha dicho que la primera cruz y, por ende, la primera capilla, fueron levantadas en noviembre de 1519 en el Palacio de Axayácatl, bien de Moctezuma Xocoyotzin, cuyos cimientos están debajo del actual Nacional Monte de Piedad (NMP).
El 8 de noviembre del año en cuestión, Hernán Cortés entró a México Tenochtitlán, y fue alojado en el Palacio Axayácatl, junto con 400 a 700 españoles, acompañados por las tribus de los indígenas de Cempoala, Tlaxcala y Cholula. Cuatro días después pidió permiso a Moctezuma para levantar allí la cruz y un pequeño altar. El gobernante accedió sin miramientos y envió albañiles para que realizaran las obras.
Bernal Díaz del Castillo escribió: “Y en dos días teníamos nuestra iglesia hecha y la santa cruz puesta delante de los aposentos, y allí se decía misa cada día hasta que se acabó el vino y después, cada día, estábamos en la iglesia rezando de rodillas delante del altar e imágenes; lo uno, por lo que éramos obligados como cristianos, y lo otro, porque Moctezuma y todos sus capitanes viesen el adorar y vernos de rodillas delante de la cruz”.
En el encuentro 500 años de la Primera Cruz en la Ciudad de México, organizada el miércoles 13 por la Arquidiócesis Primada de México, Pedro Romero de Terreros, patrono secretario del NMP, dijo que durante la actual restauración del inmueble, un proceso de seis años, encontraron una habitación que formó parte en su momento del Palacio de Moctezuma, en la que se observa “el corte de la intervención de los españoles que utilizaron materiales de los edificios destruidos para sus propias construcciones”.
Esta habitación, siguió el economista, tiene una particularidad, porque los españoles usaban piedras labradas para decorar algunas de sus habitaciones, y una de esas piedras es una cabeza de una serpiente emplumada que además predice la llegada de Cortés”.
Romero de Terreros centró su intervención en la historia del NMP, construido sobre gran parte de lo que fue el Palacio de Moctezuma, que se ha vuelto emblemático. Dijo que con la Reforma se les obligó a eliminar su segunda misión, el de “socorrer a las ánimas del purgatorio” –el primero, era ayudar a quien lo necesitara–. También “cumplíamos ese segunda misión al ofrecer hasta 12 misas diarias por las ánimas del purgatorio. Algunas de esas misas se ofrecían en una capilla dentro del edificio. Con la Reforma la tuvimos que cerrar. La capilla, que hoy no está en operación, ocupaba lo que era la contaduría del Marquesado del Valle de Oaxaca, y está literalmente en el corazón del edificio.
Actualmente, en el NMP se termina de adecuar algunas áreas. El patrono secretario espera que para el próximo año “ya esté desarrollado todo el área de museografía que vayamos a tener para que el público pueda conocer el edificio, haya un centro de visitantes y que podamos hacer recorridos”.
Respecto a la aparición de la cruz en México, Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló: “Tenemos registradas pequeñas efemérides de una realidad continua. La cruz se iba poniendo en todos lados”. Precisó: “Lo que entendemos como información de las primeras cruces es el testimonio de ciertas personas que se ocupan, básicamente Cortés y Díaz del Castillo. La primera cruz es Veracruz. La cruz en realidad los va acompañando. Tenemos la crónica de cómo se establece la cruz en Tlaxcala. Es una señal de que ha llegado una civilización distinta que tiene un mensaje diferente”.
También participaron en el encuentro Berenise Bravo Rubio, investigadora en el Escuela Nacional de Antropología e Historia, quien afirmó, “la primera cruz en esta ciudad es la del Sagrario, de eso sí estoy segura, hay testimonios. Cortés decide poner una cruz”, así como Eduardo Chávez, postulador de la Causa de Juan Diego.
Con información de La Jornada.