Diario 19
DALLAS — Los investigadores creen que un agente de la patrulla fronteriza que murió en el oeste de Texas de graves heridas a la cabeza y el cuerpo podría haber caído a una alcantarilla de cuatro metros, y su compañero, que pidió ayuda por radio, no recuerda lo que sucedió, según un funcionario allegado a la investigación.
La vocera del FBI Jeanette Harper dijo en un comunicado el lunes que los dos agentes fueron hallados el sábado por la noche en una alcantarilla cerca de Van Horn, ambos con traumatismos en la cabeza. Rogelio Martínez murió el domingo por la madrugada, dijo Harper. El FBI dirige la investigación y restaba conocer los resultados de la autopsia.
Otro agente, que fue informado sobre la investigación y habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hacerlo públicamente, dijo que Martínez fue encontrado en el fondo de la alcantarilla y los investigadores creen que cayó. Dijo que el hecho sucedió de noche en una zona de gran actividad de los narcos donde los agentes suelen buscar drogas en las alcantarillas.
Las autoridades no han emitido una explicación oficial de lo sucedido y un supervisor de la patrulla fronteriza dijo que los informes de que los agentes sufrieron un ataque son “especulación”.
El presidente Donald Trump y otros funcionarios electos han dicho que Martínez fue víctima de un ataque. El supervisor de la policía de Aduanas y Patrulla Fronteriza para la región donde murió Martínez, Rush Carter, dijo que lo único que se puede confirmar es que los dos “sufrieron heridas durante el cumplimiento de sus deberes habituales”.
“Aguardamos la investigación para determinar plenamente cómo se produjeron esas heridas”, dijo Carter el lunes por la noche.
Harper dijo al periódico San Antonio Express-News el domingo que Martínez y su compañero no sufrieron heridas de bala, pero no entró en detalles.
El padre de Rogelio Martínez, José Martínez, dijo al diario El Paso Times que su hijo sufrió heridas severas que le dejaron la cabeza “destrozada”.
Añadió que su hijo sufrió repetidos ataques cardíacos antes de morir.
José Martínez dijo que le había comentado a su hijo que ese trabajo era demasiado peligroso, pero que Rogelio Martínez disfrutaba mucho su trabajo y que quería defender a su país de narcotraficantes y terroristas.
Elvia Martínez, la madre de Rogelio Martínez, dijo el martes que ella y su esposo desconocían los detalles de las circunstancias que rodearon la muerte de su hijo.
“Era una persona muy experta y amaba su trabajo”, dijo Elvia Martínez entre lágrimas.
Rogelio Martínez, padre de un niño de 11 años, vivía en El Paso e ingresó a la patrulla en 2013
VAN HORN, Texas .- Las autoridades buscan a posibles sospechosos y testigos en la zona de Big Bend en Texas tras la muerte de un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos que resultó herido al atender un reporte de actividad en el área.
Un portavoz de la Patrulla Fronteriza indicó el pasado sábado que no podía dar detalles sobre la causa de las heridas del agente ni las circunstancias en las que ocurrieron. El FBI ha atraído la investigación, señaló el vocero Carlos Diaz.
Otro portavoz, Douglas Mosier, señaló que el agente Rogelio Martinez, de 36 años, y su compañero fueron trasladados a un hospital local, donde el primero falleció posteriormente. El compañero de Martinez se encuentra grave y su nombre es mantenido en secreto. Martinez, oriundo de El Paso, era agente fronterizo desde agosto de 2013.
El presidente Donald Trump dijo el domingo en un tuit sobre el incidente que “buscaremos a los responsables y los someteremos ante la justicia” y reiteró su exigencia de que se construya un muro en la frontera de Estados Unidos con México.
Según expedientes de la Patrulla Fronteriza, la zona de Big Bend representó alrededor de 1% de las más de 61.000 detenciones efectuadas a lo largo de la frontera suroeste de octubre de 2016 a mayo de 2017. Las montañas y el Río Grande (llamado río Bravo en México) dificultan a las personas cruzar en forma ilegal a Estados Unidos desde México en la región.
De acuerdo con la página de internet de la Patrulla Fronteriza, 38 agentes han muerto desde finales de 2003, algunos en ataques cuando recorrían la frontera y otros en accidentes viales. La cifra incluye el fallecimiento de otro agente en el cumplimiento de su deber este año