De Maru Campos actual Gobernadora de Chihuahua, los electores esperaban un plan de seguridad real sin sometimientos al plan nacional de Abrazos, no balazos, del presidente López, sin embargo la panista parece ser una gran aliada de la política de Andrés Manuel que solo brinda protección al narco y no a los Chihuahuenses.
La gran cantidad de zonas serranas controladas por el narco dejan a cientos de familias desplazadas, sin oportunidades de vida digna, y sin apoyo gubernamental de cualquier índole. El pueblo bueno de Chihuahua sufre el embate de una política se seguridad fallida, que escurre de arriba hacia abajo y ata de manos a la Gobernadora que no sabe que hacer con el gran problema que le genera el plan nacional de seguridad de AMLO.
Dos sacerdotes católicos fueron asesinados a disparos la noche del lunes en el interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, una comunidad del municipio de Urique, Chihuahua, ubicada a unos 400 kilómetros de la capital del estado.
La Fiscalía de Justicia de Chihuahua, confirmó la muerte de los dos sacerdotes que fueron asesinados cuando prestaban auxilio a un hombre que había sido agredido a disparos y se refugió en la iglesia, donde irrumpió un grupo de hombres armados y disparó contra los representantes de la iglesia y el hombre que finalmente murió.
A la media noche, el Gobierno del Estado de Chihuahua emitió un comunicado condenando la muerte de los clérigos y aseguró que se actuara con toda la fuerza del Estado para dar con los responsables, sin embargo, no habla de la forma en que se recuperará el estado de derecho, solo menciona que se activaron los mecanismos de coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional y Guardia Nacional para realizar operativos en la zona del ataque armado, un puñado de hombres que no atinan a frenar las acciones de los grupos delincuenciales, que en realidad gobiernan en el ambiente rural y urbano de cada comunidad chihuahuense.