La institución castrense explicó que tras años de esfuerzos, los equipos de detección de radar existente abarcan ya el 32 por ciento del espacio aéreo nacional, por lo que se pretende aumentar esta capacidad hasta cubrir el 68 por ciento restante y alcanzar un control total de vigilancia y protección de la extensión aérea de México ante la incursión de vuelos clandestinos.
Por ello, la dependencia solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) 16 millones 597 mil 093 pesos para la creación del “Radar Camazot 2022”, cuyo desarrollo e investigación estará a cargo de la Dirección General de Industria Militar.De acuerdo con un proyecto enviado a la Secretaría de Hacienda, la Sedena señaló que los elevados costos para la adquisición y operación permanente de este tipo de radares, dificultan que las fuerzas armadas cuenten con los medios suficientes para el eficaz cumplimiento de sus misiones.
“El Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, con el fin de dar cumplimiento a sus misiones generales, han desarrollado el Sistema Integral de Vigilancia Aérea, para coadyuvar en la detención de los esfuerzos de las organizaciones delictivas vía aérea a territorio nacional, mediante el empleo de un conjunto de sistemas de radares fijos y otros aerotransportados en plataformas aéreas, que proporcionan una cobertura del 32 por ciento del espacio aéreo nacional.
«Dada la extensión del territorio nacional y su orografía, el número de sistemas de radar desplegados por el Sistema Integral de Vigilancia Aérea, no es suficiente para proporcionar una cobertura total y permanente al espacio aéreo nacional, ya que los costos de adquisición y mantenimiento de los sistemas requeridos son muy elevados” explicó la institución en el oficio que envió a la SHCP.
La Sedena detalló que el objetivo del proyecto es que las fuerzas armadas puedan contar con un sistema de radar de diseño y construcción nacional, sin la necesidad de adquirirlo en el extranjero, y de esta forma, alcanzar la soberanía en materia de vigilancia aérea.
“Existe total dependencia extranjera, en un área estratégica para la seguridad nacional que es la vigilancia del espacio aéreo, debido a que todos los sistemas de radar desplegados en territorio nacional son de fabricación extranjera, pues en el país no existe una industria dedicada a diseñar y construir este tipo de tecnología”, destacó en el documento.Consultado sobre el tema, el especialista en seguridad nacional, Gerardo Rodríguez, aseguró los huecos que deja el Estado mexicano en el espacio aéreo son bien aprovechados por los cárteles.
Alertó que México registra una escalada en el ingreso vía aérea, de aeronaves procedentes de países Sudamericanos, para traficar armas, droga, dinero y personas.
“La delincuencia organizada se aprovecha de esta vulnerabilidad de falta de cobertura, de los radares mexicanos, y conocen donde no hay la cobertura y por ahí se aprovechan sobre todo los aviones, las avionetas, que provienen de Centroamérica, que a su vez provienen de Colombia y de Venezuela, principalmente.
«El Estado mexicano literalmente observa cómo están entrando esas aeronaves, y hay puntos ciegos en donde se pierden”, afirmó.
Gerardo Rodríguez coincidió en que las fuerzas armadas deben dejar de depender de Europa o en Estados Unidos para la adquisición de tecnologías de seguridad nacional.
“Estás desarrollando capacidades científicas y tecnológicas propias. Yo creo que éste es el futuro del Ejército mexicano, de la Secretaría de Marina y de la Fuerza Aérea, encontrar estos nichos de oportunidad, de desarrollar tecnología que ya no es tan sofisticada, que ya se puede acceder a través de convenios con universidades o con empresas extranjeras, que te provea cierto tipo de conocimiento, para que tú desarrolles tus propias patentes”, consideró.Para desarrollar el prototipo de radar, la Sedena designó un equipo conformado por 35 ingenieros y técnicos, egresados de planteles militares.
Estarán supervisados por personal del área operativa del Sistema Integral de Vigilancia Aérea, con el fin de definir los requerimientos técnicos que debe reunir el nuevo radar, en función de las condiciones operativas que se imponen a la situación táctica actual, así como las condiciones del terreno y ambientales, que imperan en el territorio nacional.
Para este proyecto, la institución castrense formalizó convenios de capacitación y asesoría con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav, Campus Guadalajara) y la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
“Con la mencionada colaboración institucional se desarrollarán líneas de investigación en las áreas de las ciencias computacionales, procesamiento digital de señales y de imágenes, radiofrecuencia, sistemas de potencia de estado sólido, líneas de transmisión, antenas y sistemas mecatrónicos, que potencien la materialización del proyecto”, precisó la institución castrense.
Sistema Integral de Vigilancia Aérea
El Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) fue creado hace 17 años por el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, con el fin de detener los esfuerzos de las organizaciones delictivas, de traficar drogas y armas vía aérea a territorio nacional.
Cuenta con cerca de 90 elementos, quienes llevan a cabo acciones de control, cómputo, comunicaciones, inteligencia y reconocimiento. Su objetivo es detectar aeronaves sospechosas, para tomar decisiones en tiempo real, durante operativos de seguridad de las fuerzas armadas.
De acuerdo con el último reporte de las operaciones contra el narcotráfico de la Secretaría de la Defensa Nacional, mediante este sistema se aseguraron 59 aeronaves, principalmente provenientes de la frontera sur en lo que va de este sexenio (diciembre de 2018 a octubre de 2021).
Según un informe del Comité de Transparencia de la Sedena, el SIVA tiene a su disposición la unidad de escuadrón de vigilancia aérea, con aviones EMB-145, KING AIR 350 y PC-6 del año 2004, la unidad de escuadrón aéreo 601, conformada por sistemas de aeronaves pilotadas a distancia adquiridos en 2009 y la unidad de detección y control 601, con radares TPS-78 del año 1989.
El especialista Gerardo Rodríguez detalló que, debido a que México sólo cubre una tercera parte del territorio nacional, el Sistema Integral de Vigilancia Aérea tiene la capacidad de recibir información de radares de Estados Unidos.
“La Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, tienen muy buena cooperación con la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA), por supuesto también de los satélites que tiene en su posición la Administración de Control de Drogas (DEA), con eso se trata de cubrir muchos de estos espacios que el Estado mexicano no tiene la capacidad de vigilancia, sobre todo es con el Departamento de Defensa, y con la DEA.
«Hay que recordar que Estados Unidos tiene una cobertura muy importante, con radares que han puesto en todo el Caribe prácticamente, desde Guantánamo, desde la Florida, desde Cayo Hueso, Puerto Rico y en pequeñas islas del Caribe”, resaltó.