Un hombre que atrajo condolencias y apoyo mundial luego de que su esposa fue asesinada durante una masacre en una tienda de Walmart en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, será sepultado este viernes.
Antonio Basco falleció el 14 de agosto, poco más de dos años después de que su esposa, Margie Reckard, fue abatida a tiros junto con otras 22 personas por un hombre que las autoridades dicen se concentró en hispanos en un ataque que sacudió a Estados Unidos y México.
El funeral de Reckard en agosto de 2019 atrajo a miles de personas de diversas partes de país, luego de que Basco dijo que estaba solo, casi sin familiares, e invitó al mundo a unírsele para recordar a su compañera durante 22 años. Pocos de los presentes en el funeral conocían a Reckard.
Basco —un hombre enjuto y de rostro curtido de sesenta y tantos años— abrazó a un visitante tras otro. La ceremonia estuvo llena de flores y alguien le donó una camioneta SUV a Basco, que se ganaba la vida modestamente lavando coches y haciendo otros trabajos menores.
Adria Gonzalez, una residente de El Paso que estaba en el Walmart durante el ataque del 2 de agosto de 2019, dice que vio a Basco deteriorarse mental y físicamente en los meses que siguieron al funeral, en medio de una batalla con el alcohol.
Basco fue arrestado y encarcelado a finales de 2019 por conducir un vehículo en estado de ebriedad. “Dijo que extrañaba a su esposa y no volvió a ser el mismo”, dijo Gonzalez.
No se supo la causa de su fallecimiento.
Basco llegó a ver el monumento en memoria a las víctimas de la masacre de 2019: una placa y una torre metálica que evoca una vela en las afueras de la tienda donde ocurrió el ataque.
La causa contra el hombre señalado en los asesinatos, Patrick Wood Crusius, está en proceso. Crusius está acusado también de más de 90 cargos bajo las leyes federales de delitos de odio y armas de fuego.
La masacre ocurrió en un día atareado de fin de semana en un Walmart popular entre compradores de México y Estados Unidos.
Las autoridades dicen que Crusius buscaba asustar a los hispanos para que se fueran de Estados Unidos. Manejó desde su vivienda cerca de Dallas para atacar a mexicanos tras publicar un mensaje racista en internet. Crusius se ha declarado inocente y sus abogados dicen que padece de problemas mentales.
Gonzalez expresó su temor de que la consciencia sobre el ataque, sus intenciones racistas y el impacto traumático entre quienes lo presenciaron se haya diluido en medio de la pandemia de coronavirus.
“Olvidamos que 23 vidas se fueron, completamente”, dijo. “Nada se ha arreglado”.