Luego de un año de permanecer cerrados como parte de las restricciones preventivas para contener la pandemia de Covid-19, cientos de personas regresaron para abarrotar bares y cantinas en esta localidad fronteriza.
Anoche fue el segundo día de reapertura de antros y la respuesta de los parroquianos no se hizo esperar, pues empleados de los diversos establecimientos aseguran que se notó una mayor afluencia en comparación al primer día de reapertura.
El cambió a semáforo amarillo en la entidad, permitió que los establecimientos funcionen a un 30% de su capacidad, además de que deben contar con todas las medidas de seguridad para evitar contagios.
Durante meses propietarios y empleados de bares y cantinas de todo el estado de Chihuahua, encabezaron marchas y protestas exigiendo a las autoridades la reapertura de sus establecimientos que es el sustento de miles de familias; muchos de estos negocios se fueron a la quiebra y se vieron en la necesidad de cerrar de manera definitiva sus puertas.








