Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, se unió este sábado a la lista de funcionarios del gobierno federal que han dado positivo a Covid-19.
El principal encargado de la pandemia en México ha desatendido en varias ocasiones las medidas de salud que él y las dependencias de salud piden a la población para evitar contagios.
La más reciente fue la noche de este viernes, cuando participó en la conferencia diaria sobre la pandemia junto a Ana Lucía de la Garza Barroso, directora de Investigación Operativa Epidemiológico. Ella nunca se quitó el cubrebocas, pero él, sí, a pesar de haber comenzado a tener síntomas de Covid-19 esa misma noche.
Tres días antes, López-Gatell participó, junto con Luis Cresencio Sandoval, secretario de Defensa Nacional, y otros funcionarios federales en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ninguno de ellos usó cubrebocas y en varias ocasiones rompieron la sana distancia.
Un día después, Cresencio informó en Twitter que dio positivo a Covid-19.
Estas no son las únicas inconsistencias de López-Gatell sobre las medidas ante la Covid-19 durante su gestión en el combate de la pandemia.
Minimiza el uso de cubrebocas
Desde la confirmación de los primeros casos de Covid-19, López-Gatell minimizó, en marzo del año pasado, el impacto del uso de cubrebocas para disminuir el número de contagios del virus SARS-CoV-2.
“Los cubrebocas convencionales no disminuyen notoriamente el riesgo de que se pueda adquirir coronavirus o más de 100 o 200 virus que existen todos los días en todo el mundo”, aseguró ese mismo mes el experto en epidemiología.
Señaló que la mascarilla era más una herramienta de “tranquilización que la gente busca ante la incertidumbre”, pero aseguró que no había evidencia científica de que realmente funcionara y dijo que únicamente serviría para que las personas enfermas protegieran a otros.
“El usar cubrebocas tiene una pobre utilidad o incluso tiene una nula utilidad”, expresó el funcionario durante la conferencia vespertina del 27 de abril del 2020.
El tema fue utilizado por el presidente López Obrador como bandera política cuando, el 31 de julio del año pasado, afirmó que no usaría tapabocas hasta que se terminara la corrupción en el país.
No fue sino hasta el 18 de noviembre, cuando el país ya rondaba las 100 mil muertes por el virus, que el subsecretario fue más contundente en el llamado a usar mascarilla.
Durante su ponencia como parte de las actividades de la Semana Nacional de Transparencia, incluso llamó a los medios de comunicación a utilizar sus primeras planas para promover su uso a pesar de que durante meses aseguró que no era una medida eficaz para reducir o evitar los contagios.
El mensaje llegó de forma tardía. El 8 de febrero de este año, luego de su recuperación tras dar positivo a Covid-19, el presidente López Obrador negó que fuera a usar cubrebocas en sus eventos públicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a los gobiernos a fomentar el uso de esta protección entre las personas desde junio del año pasado.
A diferencia de otros funcionarios del gobierno y de los miles de trabajadores de la salud que atienden y tratan casos de coronavirus, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, no se encuentra en la primera línea de atención contra la crisis sanitaria.
Su exposición a la pandemia se ha visto delimitada por su asistencia a eventos oficiales, a las conferencias matutina y vespertina, y hasta a sus actividades de esparcimiento.
El domingo 3 de enero, circularon en redes sociales fotografías del subsecretario de Salud durante sus vacaciones en San Pedro Pochutla, Oaxaca.
Acompañado, y sin mantener los protocolos de salud, López-Gatell descansaba en una playa a comienzos del mismo mes en el que se registrarían 32 mil 729 fallecimientos a causa de Covid-19, uno de cada cinco del total desde que comenzó la pandemia.
“No tengo nada que ocultar. (…) fui a visitar a familiares muy cercanos, a personas muy amigas y estuvimos en una casa particular durante los días del fin de año”, fue lo que respondió el subsecretario al día siguiente de hacerse públicas las fotos.








