Parece que el presidente no conoce el VIH y el Sida / Protestan ante el senado por falta de medicamento

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A la cuarta transformación le falta SIDA.

 

Por Eriko Stark.

“Parece que el presidente no conoce el VIH y el Sida”. Son las palabras del activista Alaín Pinzón quien, durante meses, ha estado denunciando los problemas que viven miles de pacientes con VIH-Sida en todo el país.

Han sido meses de marchas donde se han destruido las puertas principales de la dirección del IMSS, se han cerrado vialidades, se han denunciado (a diario) la falta de antirretrovirales, se han expuesto los abusos por parte de las instituciones médicas, doctores, funcionarios y autoridades al ofender a sus pacientes, les han gritado “sidosos”, los han denigrado y humillado hasta el punto de tener que cortarse las manos y arrojar su sangre para que les hagan caso.

Hoy, 29 de octubre de 2020, desde las 9:00 am, un grupo de activistas y defensores de derechos humanos hicieron un plantón en la cede del Senado, ubicado en Reforma 135. Desde la mañana comenzaron a cerrar vialidades para exigir una rendición de cuentas al gobierno después de que se aprobara el uso de 33 mil millones para combatir la crisis del COVID-19 sustraídos del Fondo de Salud del Insabi.

Las demandas expuestas a través de un pliego petitorio exigen transparencia en el uso de los 33 mil millones, así como la compra y abasto total de los medicamentos para VIH-Sida, salud integral en las revisiones y seguimiento virológico de los pacientes ya que la crisis del COVID ha demostrado terribles omisiones en el seguimiento de sus pacientes.

Los manifestantes solicitaron diálogo con los senadores. Después 4 horas de protesta se les ofreció una mesa de diálogo a las 2:30 PM, sin embargo, la mesa se realizó más tarde y las autoridades comenzaron a agredir a los protestantes.

Esta situación no es nueva, el desabasto de antirretrovirales, tratamientos para el cáncer infantil y tratamientos de otras enfermedades ha sido un problema desde el 2018.

La situación del COVID-19 ha generado un atraso social en materia de salud, el desabasto y la atención a pacientes con VIH-Sida tendrán consecuencias catastróficas al presentar un desequilibrio por al menos 5 años hasta que la situación se normalice.

Un atraso quiere decir que la prevención para VIH será descartada, habrá más casos y, por ende, más desabasto. La crisis de nuestras instituciones médicas puede llevar a un colapso generando escenarios donde la muerte sea el menor de los problemas.

Con toda esta información presente, vigente y actualizada para nuestros gobernadores parece ser que no les importa la vida y hoy es un ejemplo claro de lo que ha ocurrido en esta manifestación. Sin embargo, la lucha de todos los activistas, organizaciones y personas sigue en pie, dispuestas a garantizar la salud de sus seres queridos.

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