El Cártel de Sinaloa es una de las organizaciones más rentables del mundo, que opera en todos los continentes y que no necesita una cabeza visible para funcionar. Su fundador, Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha recibido una sentencia a cadena perpetua y su emporio, lejos de perder el control, ha crecido en los últimos años, según la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés).
Descrito como uno de los grupos de trasiego de drogas más grandes del mundo, y poderoso del hemisferio occidental, el Cártel de Sinaloa nació en la década de los ochenta, la misma época en la que nacieron los hijos de Guzmán Loera, quienes asumieron el control simbólico de la organización por órdenes de su padre, aunque en realidad está en manos de diversas familias y grupos.
En 10 años, Estados Unidos ha emitido 21 esquemas sobre la organización criminal, con los que ha señalado a líderes, asociados y jefes de plaza, concluyendo que el Cártel de Sinaloa no es una sola familia como los gobiernos de México y EEUU han querido señalar.
La organización se conforma de distintos grupos: el de Ismael “El Mayo” Zambada, el de Rafael Caro Quintero, los hijos de “El Chapo” y la familia Cázares Salazar, quienes han pasado casi desapercibidos en el mundo del narcotráfico.
A diferencia de sus socios, el clan Cázares Salazar cobró importancia hasta la década de los 2000 cuando su cabecilla más conocido, Víctor Emilio Cázares Salazar, alias “El Emperador Imperial”, fue señalado por la DEA como uno de los narcos más buscados.
Siendo uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa, “El Emperador Imperial” controlaba una red para el tráfico de cocaína, marihuana y metanfetaminas que se extendía a Colombia, Venezuela y Centroamérica, según informes de la DEA.
Era supersticioso y discreto, dicen que sus operaciones de narcotráfico no las realizaba sin antes consultar a un vidente que frecuentaba en la ciudad de Compton, en Los Ángeles.
La mesura que lo caracterizaba lo llevó a en menos de diez años crear su imperio de las drogas.
En 2005, la DEA resaltó a Cázares Salazar —ó Cázares Gastélum, como lo identifica la la DEA— como una figura relevante, un jefe mafioso y el principal distribuidor de droga.
Desde entonces, los agentes federales llevaron a cabo la llamada operación Imperial Emperor en la que se detuvieron a 402 personas vinculadas a la organización de Cázares Salazar.
De ahí el mote de “Emperador Imperial” con el que se refieren al ex líder del Cártel de Sinaloa.
La caída del imperio de Cázares Salazar se vio representada cuando fue extraditado a Estados Unidos en 2016.
Aunque el imperio del cabecilla parecía estar derrumbado, la sucesión del trono sería para su hermana Blanca Margarita Cázares Salazar conocida como “La Chiquis”, pero a quien el gobierno de EEUU bautizó como “La Emperatriz”.
Blanca Margarita es buscada por Estados Unidos desde la década pasada por supuesto blanqueamiento de recursos para el Cártel de Sinaloa; sin embargo, en México no se ha liberado ninguna orden de aprehensión en su contra, lo que le ha permitido estar en el anonimato
En 2007, el Departamento de Estado dio a conocer una lista de empresas propiedad de Blanca Margarita, que formaban parte de un eslabón importante en la red de lavado de dinero de la organización de Sinaloa.
Dentro de lo que llamó la red “Cazares Salazar”, la Oficina de Control de Activos Extranjeros también vinculó a su entonces esposo Arturo Meza Gaspar y a sus hijos, Arturo, Gispy y Lisbeth Meza Cázares, y a uno de sus yernos.
Según el departamento, los negocios de “La Emperatriz” eran utilizados por el Cártel de Sinaloa para blanquear los recursos obtenidos por el narco.
Hace unas semanas, el nombre Cázares Salazar volvió a ser objeto de especulaciones, luego de que el sobrino de “La Emperatriz” contrajera nupcias con Alejandrina Guzmán, hija de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Aunque la ceremonia contó con la presencia de diferentes capos del Cártel de Sinaloa se desconoce si en el evento estuvieron importantes miembros del clan Cázares Salazar.
Con información de Infobae