‘Sembrando vida’ terminó en Uruachi, Chihuahua / El narco hizo huir a la población entera de Las trojas

Tras la inseguridad desbordada que sufren los habitantes de la comunidad de Las Trojas, en el municipio de Uruachi, Chihuahua, la Secretaría del Bienestar terminó con toda la operatividad del programa Sembrando Vida, ‘orgullo internacional’ del presidente López, que era una de las principales fuentes de ingreso, luego que el lugar se quedó sin un solo habitante tras haber sido desplazados por grupos armados de narcotraficantes que dominan el territorio, ante la política de Abrazos, no balazos que lleva a cabo el gobierno federal y secunda la Gobernadora panista del estado María Eugenia Campos Galván, que ahora se niega a hablar de casos como éste dónde la delincuencia gobierna en su entidad .

El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres informó haber tenido comunicación con un grupo de 15 personas que salieron de Las Trojas, luego de ser amenazadas por sicarios que tienen en sus manos esa zona del estado, por lo cual decidieron migrar a otros municipios como Cuauhtémoc, Bocoyna, Guerrero y otros puntos para resguardar su integridad, sin embargo la realidad en Cuauhtémoc, por ejemplo, es también de dominio del narco, ante la impunidad que permiten las autoridades encabezadas desde palacio nacional por el comandante supremo del ejército mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Sembrando Vida es un programa integral que busca lograr comunidades sustentables que forman parte de Componentes Sociales, Económicos y Ambientales. Con esta visión integral se dinamiza la diversidad socioambiental y cultural de las comunidades, contribuye a la generación de empleos, al cuidado del medio ambiente y favorece una mayor cohesión social, además de recibir una retribución económica. López lo ha presumido así en el último foto internacional, sin embargo en esta zona de Chihuahua ha fracasado ante la protección que él mismo, brinda a la delincuencia a través de su política incierta de respeto a la forma de vida de la delincuencia mexicana, que pasa por encima de los derechos del pueblo campesino, que ya no cree en nadie. Morenistas y panistas parecieran unidos en contra del pueblo bueno, y a favor del narcotráfico.

El activista Gabino Gómez confirmó que el programa había desaparecido en días pasados porque no había personas en esa comunidad y la Secretaría del Bienestar decidió terminar los beneficios para dicha comunidad, lo cual le confirmaron a través de un escrito que le giraron luego de que las últimas familias abandonaran sus propiedades.

De acuerdo al más reciente censo realizado por el INEGI, existían, cerca de 150 pobladores en la zona en 2020, sin embargo, en los últimos meses ha tenido un registro de por lo menos 45 personas que han sido desplazadas por las condiciones de inseguridad que se viven en esa zona y la secretaria del bienestar ya no reconoce a un solo poblador. Han Sido asesinados o amenazados de muerte para dejar sus tierras al narcotráfico, ante la explicación gubernamental de que sus agresores son blandas que se disputan el control de sus tierras.

Datos oficiales entre 2010 y 2020, señalan que el índice de población en esa zona ha disminuido, aunque no reconocen la realidad y son omisos al no reconocer que el principal factor que ocasiona este tipo de problema es el temor y presencia de grupos criminales que operan en esa región, prefiriendo dejar en la ambigüedad las cifras.

En el recuento de las viviendas ocupadas en esa comunidad, se desprende que el indicador pasó de 58 a 32, siendo la mayoría de los ocupantes familias que radican en esa zona de Uruachi y quienes en su mayoría oscilan entre los 14 y 59 años.

De acuerdo al activista, quien ha participado como respaldo de familias de desplazados y desaparecidos en el estado de Chihuahua, aseguró que los grupos del crimen organizado que operan en esa zona optan por apoderarse de todo el territorio, explotar a estas personas y obligarlas a trabajar en condiciones de esclavitud, en sembradíos de droga amenazados y hostigados, sin apoyo de las autoridades, que les han dejado solos.

Las Trojas está inmersa en un ecosistema rodeado por la naturaleza, donde es nula la presencia policial  y los servicios de procuración de justicia no existen. Las comunidades son gobernadas por gente de la delincuencia organizada, que tiene además a su favor la política de Abrazos, no balazos del presidente López, y el sometimiento del gobierno estatal de Maru Campos Gobernadora a esa política federal, que le sirve de excusa para no ingresar a la zona y voltear a otro lado, antes de brindar seguridad a la población.