Los habitantes y comerciantes de Tepito no le temen al Covid-19, por lo que ignoran los llamados de la policía y personal de las alcaldías Cuauhtémoc y Venustiano Carranza para que respeten la sana distancia, porten el cubrebocas y demás medidas sanitarias.
A este desafío se les unieron miles de personas que acuden a realizar sus compras de fin de año y algunos han comenzado a surtirse de juguetes por el Día de Reyes; es decir, no existe el semáforo rojo ni alguna otra medida contra el coronavirus.

Existen pequeñas cantinas disfrazadas, dónde se venden bebidas alcohólicas, sin problema alguno. Inspectores y Policías pasan frente a ellas sin voltear siquiera a verlas.
Micheladas, y decenas de bebidas compuestas de licor, tequila, mezcal y pulque se expenden, entre puestos de venta de ropa, juguetes, tenis, cajas apócrifas de las mejores marcas de zapatos, bolsas de las tiendas de más prestigio de la Ciudad, rodeadas de personas de todo género, dedicadas a la prostitución.
Miles de personas acuden a Tepito, la Lagunilla, la Merced, y todo el corredor de Anillo de Circunvalación, San Pablo, hasta Pino Suárez.

La protección de grupos delincuenciales se hace presente y decenas de “Halcones” están pendientes de Algún Operativo “grande”, sorpresa. Por lo pronto avisan a los Ambulantes para recojan la mercancía que tienen tendida en lonas de 5 x 5 metros, que jalan con cuerdas por las banquetas y se esconden en locales cercanos, para que “no se lleven” lo que venden.
Las tiendas “Outlet” mantienen gente en las puertas, a medio cerrar, y cuando los “Halcones” dan voz de alerta, inmediatamente, bajan las cortinas de fierro, hasta que los inspectores y la policía deja el lugar.
Los baños públicos, están cerrados al público solo abren para los “locatarios”. La gente orina y defeca en las calles cerradas al tránsito.
La actividad inicia a las 8:30 de la mañana y termina a las 6 de la tarde. La gente del Barrio se juega la vida, y los que llegan a comprar, pueden ser un grave problema de contagio.
Las autoridades no actúan, “privilegiando” el diálogo y no la fuerza, pero lo cierto es que la gente de Tepito y todo el centro de la CDMX, sabe que los policías son solo una simulación.
Existe incluso un punto de Policía. Enseguida de dos grandes altares, enmedio de edificios-bodega con toneladas de mercancía, que custodian el lugar con armas largas.
Los Locatarios tienen incluso gente que grita ” esta es zona libre de Covid” en son de burla.
El corredor del “Mercado de Gransditas”, es un gran foco de peligro, pero nadie es molestado. “La gente viene a comprar, porque sabe que aquí, no cerramos. Todos nos vamos a morir un día”, reza una señora que vende mezclilla para caballeros.

De allí la queja de los comerciantes en vía pública del Centro Histórico, de que “a nosotros nos obligaron a encerrarnos en nuestras casas y evitar que vendamos, mientras que a los de Tepito les dan todas las facilidades. Tal parece que el Gobierno [capitalino] protege a la mafia, a los vendedores de droga y otras mercancías”, denunciaron dirigentes.
El domingo realizaron su tradicional posada, donde prevalecieron las cervezas, alcohol y otras sustancias, amenizada por música en vivo del Pokifamosito, Óscar y su grupo de salsa y Gabriel So, mejor conocido como El Salsero.
Y aunque un día antes los organizadores anunciaron la cancelación del evento, porque así se los ordenaron las autoridades, algo raro ocurrió y horas después recularon y la megaposada se realizó como todos los años.
La festividad decembrina sigue y a los tepiteños no les importan los contagios, que los hospitales que estén saturados y, sobre todo, que continúen los fallecimientos por personas que, como ellos, no creyeron la gravedad del Covid-19.








