Cinco décadas / ¡Muera Cueto y Mendiolea; Muera Diaz Ordáz! / México 1968

Share

Diario 19 / 1 de octubre de 2018

 

 

¡Muera Cueto y Mendiolea! (generales Luis Cueto y Raúl Mendiolea, jefes de la policía y granaderos).

¡Presos políticos, libertad!

¡Díaz Ordaz, asesino!

¡No claudicaremos!

¡No que no, sí que sí, ya volvimos a salir!

¡Únete, pueblo!

Sal al balcón, pinche hocicón ( clara alusión al orificio bucal del ex presidente Díaz Ordáz a quien se le exigía que se responsabilizara por sus canalladas y diera la cara)

Los estudiantes plantearon sus demandas en un pliego petitorio de seis puntos:

I. Libertad de los presos políticos.
II. Destitución de los generales Luís Cueto y Raúl Mendiolea, así como del teniente coronel Armando Frías.
III. Extinción del cuerpo de granaderos.
IV. Derogación del Art. 145 y 145 bis del Código penal.
V. Indemnización de los familiares de los muertos por la represión.
VI. Deslindamiento de responsabilidades por parte de las autoridades a través de la policía, granaderos y ejército.

 

 

72 días que no terminan en 50 años

 

En cinco décadas se puede perder la dimensión real de los hechos que como sociedad nos definen. Sin embargo, hay presencias mucho más grandes que resisten el paso de los años y, lejos de minarse, toman mayor fuerza. Aun así, es necesario que no se pierdan los detalles que les dieron forma.

El movimiento del 68 fue mucho más que la masacre de la Plaza de las tres culturas en Tlatelolco; pero ¿cómo surgió y fue frenado el movimiento político social más importante de México en el siglo XX?

El precio alto que pagó esta manifestación ciudadana se mantiene como herida abierta después de 50 años. No obstante, también es innegable lo que significó este momento histórico que cambió radicalmente la vida política de México y sus efectos llegan hasta nuestros días.

¿Cuáles son los hechos, nombres y momentos clave del movimiento estudiantil del 68 que se vivió en México? El sitio Animal político realizó una cronología de los 72 días más convulsos de finales de los 60 nos ayudan a dimensionar la importancia de esta la acción gremial y política que no solo unió a estudiantes, sino a millones de mexicanos.

22 de julio

Se registra una pelea entre estudiantes de las vocacionales 2 y 5 del IPN y de la Preparatoria Isaac Ochoterena en la ciudadela. ¿El motivo? Un encuentro de tochito jugado entre ambos bandos. Los protagonistas de la disputa estudiantil se convertirían sin saberlo en el pretexto para una reacción desmesurada e incomprensible por parte de las autoridades.

Fue apenas el inicio.

23 de julio

Continúa el pleito. Los jóvenes involucrados en la riña del día anterior volvieron a enfrentarse, pero al regresar a sus planteles fueron provocados por un grupo de granaderos, que los cercaron y los golpearon.

Aproximadamente 200 efectivos del batallón número 19 de la policía del DF irrumpió violentamente en la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) ubicada cerca de la Ciudadela.

La policía ingresó al inmueble arremetiendo contra alumnos, maestros y administrativos, que fueron agredidos sin conocer la causa. “No se trataba de imponer el orden, sino de romperlo, de golpear como si se tratara de una venganza personal”, escribió Luis González de Alba en Los días y los años.

Cerca de 3 mil estudiantes y más de 200 granaderos se involucraron en la batalla campal que duró más de tres horas y tuvo como saldo una docena de golpeados y daños por varios miles de pesos.

Pese a la irrupción en el edificio, el general Luis Cueto, jefe de la Policía Preventiva del Distrito Federal negó la agresión.

Por su parte, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) convocó a una manifestación de protesta contra la brutalidad policiaca el 26 de julio, de la Plaza de la Ciudadela al Casco de Santo Tomás.

26 de julio

La manifestación organizada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) que protestaba por la intervención en la Ciudadela coincide con otra por la conmemoración del triunfo de Playa Girón por organizaciones de izquierda y de solidaridad con Cuba. Con una brutalidad fuera de lo habitual, ambas fueron duramente reprimidas por la policía que encontró resistencia en diversos puntos del Centro Histórico.

A la tensa situación se le sumó el hecho de que los estudiantes que se refugiaron en las preparatorias permanecieron atrincherados en los planteles. En las calles fue distinto: estudiantes universitarios y politécnicos no solo fueron sometidos por granaderos, hubo cientos de detenidos. La agencia de noticias AFP reportó un saldo de 500 heridos.

30 de julio

En una escalada represiva contra el movimiento estudiantil, policía y ejército ocupan planteles escolares de la Preparatoria Nacional y del Instituto Politécnico Nacional en el centro de la ciudad. En el Centro Histórico la puerta principal de la Preparatoria 1, de origen colonial, es destruida con un disparo de bazuca. El Secretario de Defensa, Marcelino García Barragán, niega este hecho acusando a los jóvenes de causar los destrozos con bombas molotov.

Con el bazucazo se creó un ambiente de estupor y alarma en la ciudad y las escuelas. Dos días de choques desiguales entre estudiantes contra policías preventivos no justificaban tal demostración de fuerza militar. Se suspenden las clases en las escuelas dependientes de la UNAM y el IPN. En Ciudad Universitaria,

El regente de la ciudad, Alfonso Corona del Rosal, promete liberar las escuelas “de no haber más enfrentamientos”.

El «bazucazo» se convirtió en todo un símbolo que sintetizó el uso desmedido de la fuerza por parte del Gobierno. Foto: Instagram @a50del68

2 de agosto

Estudiantes de las instituciones en paro exigen destituir a jefes policiacos; forman el Consejo Nacional de Huelga. Paralelamente se forma la Coalición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro Libertades Democráticas. Se publica un desplegado de 26 directores del IPN y escuelas en apoyo a los estudiantes. Al mismo tiempo, se emplaza al gobierno federal a dar respuesta a los seis puntos del pliego petitorio difundido como única salida para evitar que los estudiantes estallen una huelga nacional.

Los puntos que se solicitan son la destitución de los jefes policiales, los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea y el teniente coronel, Armando Frías; la extinción del cuerpo de granaderos, la derogación del art. 145 y 145 bis del Código Penal Federal que condenaba el delito de disolución social y la indemnización a los familiares de los muertos y heridos desde el inicio del movimiento.

 

 

1 de septiembre

Ante el pleno del Congreso de la Unión, el presidente Gustavo Díaz Ordaz hizo una extensa alusión al movimiento estudiantil, al que descalificó como una conspiración para “sembrar el desorden, la confusión y el encono”, y lanzó una advertencia nada velada sobre el uso de la fuerza militar para acabar con “los desmanes”: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados; pero todo tiene su límite”.

El presidente amenazó con sofocar el movimiento estudiantil y al mismo tiempo hizo énfasis en lo que personalmente le atañía: “La injuria no me ofende; la calumnia no me llega; el odio no ha nacido en mí”.

13 de septiembre

En absoluto silencio, 300 mil estudiantes marchan de Antropología al Zócalo. Los manifestantes avanzaron sobre Paseo de la Reforma si  pronunciar palabra. Acaso algunos gritos pero no de ellos, sino de quienes los alentaban. Los estudiantes hablaban, en todo caso, a través de sus mantas, sus pancartas, sus volantes; exponiendo con carteles y tapabocas el rechazo a los adjetivos de “provocadores y revoltosos” con que los habían calificado.

18 de septiembre

Díaz Ordaz ordena el asalto militar de Ciudad Universitaria. Alrededor de las 22:00 horas, el ejército ocupa Ciudad Universitaria, ocupando todas las instalaciones aproximadamente con decenas de tanques ligeros, vehículos artillados y de transporte. Son detenidas cerca de 500 personas.

Horas después, el rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Javier Barrios Sierra protestaría por la ocupación militar, a la cual calificó como “un acto excesivo de fuerza”.

29 de septiembre.

Luego de tres meses de negarse a dialogar con los dirigentes del movimiento estudiantil, el presidente Gustavo Díaz Ordaz hizo llegar una propuesta al Consejo Nacional de Huelga (CNH) para que esa instancia nombre una representación que se reúna con dos enviados del gobierno federal para tratar de encontrar una salida al conflicto y discutir los puntos del pliego petitorio.

El Consejo Nacional de Huelga aceptó asistir a las audiencias y al mismo tiempo reafirmó, en rueda de prensa, que continuará su lucha en forma pacífica hasta obtener la solución de su pliego petitorio. De igual manera, convocó a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco para el 2 de octubre, a las 17:00 horas, para marchar posteriormente hacia el Casco de Santo Tomás.

2 de octubre

Se celebró un mitin en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Tras una señal luminosa se desencadenó un tiroteo que deja un número indeterminado de muertos y heridos. Cientos de estudiantes fueron detenidos e incomunicados.

Siete días después de los hechos ocurridos en Taltelolco, el Consejo Nacional de Huelga responsabilizó al gobierno federal por los sucesos en la Plaza de las tres culturas. No obstante, afirmó que no obstaculizará el desarrollo de los Juegos Olímpicos, estableciendo una Tregua Olímpica. El 12 de octubre la edición 19 de la justa olímpica se inauguró en Ciudad Universitaria.

Fue hasta el 26 de octubre cuando se liberó a 63 estudiantes detenidos en los incidentes del 2 de octubre, mientras que 165 permanecieron inculpados en la cárcel Lecumberri.

Por su parte, el ejército desocupó las instalaciones del IPN ubicadas en el Casco de Santo Tomás hasta el 29 de octubre, mientras que asambleas estudiantiles del Politécnico y la UNAM decidieron mantener el paro hasta obtener solución al pliego petitorio, por lo que miembros de la CNH se reúnen con Julio Sánchez Vargas, Procurador General de la República, para exigirle la libertad de todos los estudiantes presos desde el 23 de julio.

Finalmente, después de 130 días de haber iniciado, el Consejo Nacional de Huelga acordó poner fin al paro estudiantil el 4 de diciembre y un par de días después, la instancia máxima de dirección del movimiento estudiantil del 68 se disolvió formalmente.

Share