Diario 19 / Columna / Reflexiones

 

¿Cómo entender la Paz con el olvido para la reconstrucción Nacional?. ¿Es solo aceptar. Perdonar y Olvidar?. La memoria del dolor histórico sin duda no es venganza, es búsqueda de justicia. Justificar tampoco es perdonar ni es justicia.

 

Luis Cardona

 

Difícil salir y opinar en estos tiempos, sin trastocar sensibilidades. Todo pareciera estar patas arriba. Panistas y Priistas renunciando a sus partidos en toda la República en busca de candidaturas en otros partidos o en las alianzas de otros partidos políticos. La izquierda con la derecha, la derecha con el centro, el centro con la ultraderecha, la antes izquierda con la ultra derecha. Todo en busca del poder.

Cruel la política y más aquellos que la convierten en dogma. Semidioses a los que no se les puede criticar, solo aceptar lo que plantean porque “ellos si saben lo que pasa”. Las Bases de todos lo partidos son tratadas como ignorantes o bien como feligresía sujeta que debe aceptar la “evolución social” y que “aquellos que han despertado” sean incluidos dentro de las estructuras que durante años esperaban la oportunidad de dar el salto y gobernar.

Difícil mantenerse a la expectativa, amigos que toda la vida fueron priistas, hoy se vuelven Morenistas, y panistas que toda la vida creyeron en líderes de carácter y moral blindada, hoy los ven partir a otras siglas o convertirse en independientes, y el Estado del que está excluido el pueblo pacta la gobernabilidad en células coaligadas para lograr los mínimos y no perder registros, para seguir recibiendo millonadas por la simulada democracia mexicana.

La dictadura perfecta, parece que es un gran botín, no se siente en las coaliciones más que ambición de poder en vez de ganas de gobernar. Aún no inicia la contienda, pero la precampaña, se ha convertido en juego de damas chinas, donde las canicas se mueven en diferentes direcciones, intentando lograr espacios en donde sea.

La absurda democracia mexicana, por lo tanto inexistente, no es más que un juego perverso de poderes que buscan la gobernabilidad participativa para lograr mantener la potencialidad de los poderes regionales, modernos feudos donde el crimen es el mejor aliado para mantener con el miedo a las sociedades dentro de su ámbito.

Romper con esos círculos de impunidad debiera ser una meta nacional, pero es tan fuerte la violencia del poder que no se observa un resquicios, una salida a la fractura de esos pactos en los que la impunidad se empodera por encima de las libertades constitucionales, y los derechos soberanos de una nación que camina en las tinieblas de la oscuridad que genera la violencia.

Que en nuestra República el 75 por ciento de los homicidios provengan del crimen organizado, habla precisamente del porcentaje de impunidad que vive el país, y de la conveniencia de política en que así continúe.

Hoy por hoy es como una regla que los detentores del poder político mantengan nexos indestructibles con grupos delincuenciales para mantener el rumbo que el poder exige. Esa impunidad es la que pareciera no estar dispuesto ningún partido político a romper. Siempre el poder violento de la necro-política sobresale. Talvez no sean seguidores teóricos del asesinato para sostenerse en el poder, pero sí son generadores prácticos de ella.

Romper con ese pacto de impunidad en todos sentidos es la meta de muchos que hoy emprendemos luchas diferentes. No es que sigamos siglas ni doctrinas, sino estamos en la búsqueda de esa fractura de la impunidad social-política. No es ser tampoco ciudadano independiente en busca del poder de los partidos políticos. No, definitivamente.

Como ciudadanos observamos que el cambio de manos del poder, es como “hacer la sopa” en el dominó, de alguna manera el poder seguirá siendo el mismo, solo cambia de manos.

Criticar con nombres y apellidos no es tiempo hoy, porque los movimientos continuarán dándose aún por varias semanas más, hasta que se nombren los candidatos oficiales, entonces sí la lucha ciudadana deberá iniciar, para hacer saber a todos que quien manda es el pueblo.

Ignoro qué porcentaje de la población prefiere los viejos estilos corruptos de gobierno, pero creo que son más de los que preferimos un nuevo esquema de participación electoral, porque éste se basaría en una nueva cultura que conlleva una educación continua, fuera de dogmas y estatutos subyugantes, y mucho más conocimientos libertarios.

¿Cómo entender la Paz con el olvido para la reconstrucción Nacional?. ¿Es solo aceptar. Perdonar y Olvidar?. ¿La memoria del dolor historico sin duda no es venganza, es búsqueda de justicia. Justificar tampoco es perdonar ni es justicia.

Pero dejemos por lo pronto al tiempo la resolución de candidatos, y continuemos a la expectativa de las fichas para entender quien se lleva las mulas, quien cierra el juego y quien finalmente gana la partida.

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