diario19.com / Agencias
La fiscalía del estado de Chihuahua confirmó el homicidio de dos miembros del Partido Acción Nacional, quienes fueron torturados antes de ser privados de la vida a tiros. Gustavo Madero, exige a nombre del PAN justicia en el caso al Gobernador César Duarte, y al gobierno federal.
Se trata de Martín Alonso Colmenero, quien fue delegado del Registro Agrario Nacional en el sexenio de Felipe Calderón, candidato a diputado estatal y recientemente electo como presidente de la Comisión de Doctrina en el Comité directivo del blanquiazul. Junto a él fue asesinado Francisco Javier Aguilar Siller, también militante activo de esa fuerza política.
Ambos fueron localizados en un predio despoblado sobre el libramiento Delicias-Sacramento, al oriente de la capital del estado. Según autoridades ministeriales, tenían atados pies y manos, recibieron golpes en varias partes del rostro y les dispararon en la cabeza.
Colmenero y Aguilar eran socios en un bufete de asesoría jurídica en temas agrarios, particularmente en lo referente al registro de tierras.
El dirigente estatal del PAN, Mario Vázquez, condenó el crimen y pidió a las autoridades competentes que se esclarezca lo ocurrido lo antes posible.
Por su parte, la Fiscalía dijo que se está investigando el entorno personal y laboral de las víctimas para establecer los posibles móviles del crimen.
El presidente nacional de Acción Nacional solicitó a las autoridades federales y locales redoblar los esfuerzos para garantizar un estado de derecho, seguridad, legalidad y paz en México
Gustavo Madero Muñoz condenó la ejecución de los miembros activos de la Secretaría de Acción Juvenil en Chihuahua; demandó una investigación exhaustiva para aclarar el crimen a la brevedad.
A través de un comunicado el partido dijo que se suma a la pena de familiares y amigos de los militantes asesinados y les deseo encontrar pronto consuelo ante el lamentable hecho.
Madero Muñoz agregó que los jóvenes eran militantes comprometidos con el bien común y se encontraban laborando en la regularización de predios, antes de que fueran secuestrados y asesinados en la capital del estado norteño que gobierna el priísta César Duarte.