Carta abierta a Lilly Téllez / @LillyTellez / Dolores Aragón / @DoloresAragonRL

Dolores Aragón

Querida y públicamente apreciada Lilly Téllez:

 

Debo decirle una verdad incómoda, no me gustaría hacer el tipo de periodismo que usted ostenta y creo que cada vez hay menos personajes públicos que inspiran a las nuevas Lilly Téllez, conductora de noticias.
generaciones en los medios de comunicaciónmainstream.

Es cierto, tiene usted una belleza innegable y postura impecable al dirigirse al auditorio, su tono de voz es modulado y convincente, pero tiene aún mayor astucia para generar polémica en Twitter a raíz de comentarios combativos hacia su persona, siempre y sólo hacia su persona, reitero.

También recuerdo la famosa entrevista a EPN donde aplaudió el talante reformista y valiente de nuestro señor Presidente, cuando justo en ese período de tiempo el derrame de tóxicos en el río Sonora era noticia internacional. Una catástrofe ecológica de gran calado para el país, con nuestros paisanos afectados, por cierto.

A raíz de esto su popularidad ha incrementado, se le cuestiona desde trincheras a las que califica de perredistas y/o izquierda (¿Para usted qué es la izquierda?) de ahí la discusión con su colega Julio Astillero a quien le reiteró: “Jamás compartiremos un foro”.

Es a caso que… ¿El periodismo que usted realiza se reserva el derecho de admisión?, ¿Entonces quienes no cuenten con los recursos económicos necesarios jamás podrán escuchar sus brillantes preguntas al aire?, ¿Esto que usted hace es periodismo o conducción televisiva y propagandística? a veces no me queda claro.

El desaire más atroz que comete el periodista de la vieja escuela, y lo hace sin límites, es el de mimetizarse con las actitudes de un político clasista e inalcanzable. Pero esto le sucede a muchos a raíz de una constante convivencia y acuerdos con y para el poder en turno. Es una sintomatología normal pero jamás saludable.

La enfermedad de la presunción se califica como incurable porque no se acaba sólo se transforma. Algo así como la materia. El asunto es que existe un porcentaje poblacional hastiado de ver en televisión cómo nos seducen entre verdades incompletas y pruebas intangibles. Tanto lo es que hasta su competencia Televisa tuvo a sus principales conductores defendiendo a diestra y siniestra el origen de los recursos para el Teletón… ¿Quién diría que cuestionar a los medios y sus principales voceros terminaría en un intento por la rendición de cuentas?

Mi generación, por la que siento orgullo, entiende que los medios y sus informantes públicos son parte crucial para establecer un diálogo entre la sociedad y quienes llevan las riendas del país. Esta lucha, le recuerdo, la encabezaron con mayor o menor consciencia miles de estudiantes en el #YoSoy132 quienes tuvieron a YouTube como su principal difusor.

Le aclaro que no pertenezco a ningún partido político y tampoco represento a nadie más que a mi. No hay interés oscuro que mueva estos hilos, le doy mi palabra. Lo hago porque usted, Lilly, está en las redes sociales y aquí las reglas del juego son diferentes: todos somos iguales. En internet no hay teleprompter, ni maquillistas, muchos menos asistentes de producción.

En internet –nosotros que somos la audiencia– podemos cuestionar sin límites y cuantas veces sea necesario, pero no se preocupe porque de todas estas libertad que proporciona el Gobierno del Internet también usted es usuaria. Digo, me queda clarísimo que las utiliza.

Usted, Lilly, es muy libre de opinar y creer que Jorge Ramos se hace el “valiente” al defender a los periodistas asesinados en México. Pero un hecho tangible, comprobable y hasta estadístico es que la situación que enfrentan los periodistas, comunicadores y sociedad civil (entendiendo a la libertad de expresión como un derecho) es alarmante. Pero este es un dolor auténtico, válido y que afecta a cada uno de los seres humanos.

Jorge Ramos en Twitter.

Llama mi atención el protagonismo que usted esboza y que quizá en pantalla funcione, pero deja de ser relevante cuando nos sometemos a un debate público y plural porque este requiere de una visión abierta. Le diré, además, que así como Jorge Ramos, quien según su percepción, está alejado de la realidad de México por vivir en Estados Unidos…

¿No le ocurre lo mismo a usted, querida Lilly, con Sonora? es que nunca he visto que comente (al menos) en su espacio respecto al asesinato de Marco Antonio Ávila García ocurrido en 2012, menos de Alfredo Jiménez Mota en 2007. Tampoco la vi en pantalla en aquella entrevista con nuestro señor Presidente para dirigirle preguntas relativas a Sonora. Lilly Téllez, respuesta al tuit de Jorge Ramos

Quizá soy demasiado inexperta para entender eso que los experimentados discuten, o no me quedó clara la teoría de sistemas mediáticos comparados de Hallin & Mancini quienes comprueban académicamente que los intereses económicos del Estado y empresas tienen una relación directa con los medios tradicionales.

Tal vez, confundo los conceptos de Bourdieu en su análisis sociológico sobre la televisión cuando cataloga a los programas de opinión como la “demagogia de lo espontáneo” porque abanderan opiniones clichés que redundan en lo mismo de siempre, algo así como: tal o cual personaje es corrupto. Sí, sabemos que hay corrupción, pero… ¿dónde, cuándo, cómo, por qué, hasta cuándo?

Quizá no sé absolutamente nada, y tampoco merece usted, querida Lilly Téllez, ser responsable de una cultura periodística que es mucho más profunda que cualquier trayectoria. No lo tome a mal, por favor, sólo tengo la imperiosa necesidad de decir lo que pienso, de esgrimir con todas mis fuerzas que este país no necesita hacer de la ignorancia una trinchera discursiva, mucho menos en el debate público como si fuera Big Brother o Hasta en las Mejores Familias.

Creo, además, que cuando la historia más trascendente de tu carrera periodística es sobre ti mismo y sucedió hace 15 años, quiere decir que… has hecho muy poco periodismo. Soy joven, novata, ilusa y sin duda no tenga la experiencia de usted, tampoco sé algo de cierto… pero el rencor nunca nos ha hecho libres y sin libertad… ¿hay periodismo?

 

Original en éste enlace: http://www.doloresaragon.com/2015/01/carta-abierta-a-lilly-tellez/