Los vaqueros de Kentucky: Guatemaltecos y Mexicanos, los mejores

Luis de León / corresponsal / diario19.com

Louisville, Kentucky, EU.- Vienen de México y Guatemala principalmente. El trabajo de estos hombres y mujeres es tan indispensable, que mantiene la cultura hípica a galope en la región.

Parte de su trabajo final se ve reflejado en los dos minutos más emocionantes del Kentucky Derby, el cual atrae la atención de miles de espectadores en los Estados Unidos. Louisville se convierte en la ciudad anfitriona.

Antes de llegar el 4 de mayo, fecha que se desarrollará el próximo “Derby”; María López prepara a dos de los caballos que participarán en esta famosa carrera mundial. La jornada de la joven mujer oriunda de Michoacán, México empieza a las cuatro de la mañana. Vive a unos pasos de la cuadrilla (establo) donde le esperan los caballos. A cada uno le da un recorrido por 25 minutos, “A paso lento damos vuelta alrededor de la cuadrilla, esto es para mantenerlos en forma” explica Mariana. Por la tarde esta joven mujer repite la rutina.

Los establos parecen cuartos similares a un hotel modesto, limpios y ordenados, con comida fresca todos los días. Mariana se encarga de este trabajo al igual que mil personas que convergen en Churchill Downs, lugar en donde se desarrolla la referida carrera.

A los Jockeys y entrenadores les resulta todo un resto que los caballos les entiendan en inglés. Pero es inevitable, el primer contacto que tienen la mayoría de los caballos es con las personas latinas, de manera que ya se han acostumbrado a responder al español. “Caballito ven pa´ acá”, o si los galopadores son guatemaltecos el tono cambia “caballito vení para acá”, estas son algunas de las diferentes expresiones que obedecen los caballos. La rutina ya está determinada.

Mariana tiene experiencia en cuidar a los equinos. Antes del verano, trabajó con algunos potros en Florida. “Estos potritos (potros) son muy inteligentes y nobles, yo los veo como mis mascotas”, afirma la mujer de tez morena y de mediana estatura (1.42cm), quien ya se ha acostumbrado al fuerte olor que expiden los equinos.

Esta mujer michoacana tiene más de cinco años de vivir en Estados Unidos, desde entonces no ha visto a su familia. Su historia es muy similar a la del resto de sus compañeros que trabajan en Churchill Downs. No son caballerangos (grooms) improvisados; desde sus países ya traen conocimientos básicos de cómo cuidar a los caballos, con la única diferencia que estos ejemplares son de carreras profesionales y de pura sangre. Estos caballos pueden llegar a costar hasta $20 millones, pero el proceso de crianza es muy similar. La mayor parte de los trabajadores hispanos del referido lugar son eventuales, viven en Louisville por temporadas de entre cinco a ocho meses, algunos regresan y otra parte no se vuelve a saber de ellos.

Las jornadas de trabajo en el Churchill Downs varían. Una persona puede trabajar por más de siete horas diarias. Un galopador (persona que guía al caballo en su caminata) puede ganar $250 a la semana, mientras que los caballerangos ganan alrededor de $400 a la semana. Los que tienen mejores ventajas salariales son los jinetes (jockeys), su ganancia es casi el 10 por ciento del premio del caballo ganador de la carrera. El premio asciende a miles de dólares.

Kentucky: una tierra dedicada a los caballos

El día del Kentucky Derby más de 150 mil personas se concentra dentro y fuera de Churchill Downs.
Desde el año 1,700 Kentucky se ha catalogado como un lugar ideal para realizar carreras y crianza de caballos, esto gracias a los pastos que han poseído una importante cantidad de calcio ideal para alimentar a los equinos.

Los orígenes del Kentucky Derby se remontan desde 1,872 en París, Francia, esto luego del trabajo de la familia Clark que importó la idea de realizar carreras a Louisville. De esta cuenta los Clark organizaron el Louisville Jockey Club, con el propósito de reunir dinero para la construcción de unas instalaciones a las afueras de Louisville en donde se realizarían carrera de caballos, similares a las que se efectuaban en Europa. En 1,937 se le bautizó como Churchill Downs.

Uno de los primeros eventos que se desarrollaron en Churchill Downs fue en 1,875, para entonces se concentraron 10 mil personas para presenciar la carrera de 15 caballos en lo que constituyó el primer Kentucky Derby oficial. En esa oportunidad el caballo ganador se llamó “Arístides”, el cual fue entrenado por Ansel Williamson y montado por el jinete Oliver Lewis. La pista medía 2.4 kilómetros (1.5 millas) actualmente mide 2 kilómetros (1.25 millas).

En Estados Unidos se corren tres carreras importantes de caballo. Una de estas es la de Preakness Stakes, en Baltimore, Maryland, la del Belmont Stakes en Emont, Nueva York y la de Kentucky Derby, en Louisville. Atrás de estos eventos las manos latinoamericanas ofrecen su aporte en el cuidado y entrenamiento de los caballos.

En los 140 años que se ha desarrollado el Derby, 12 jinetes latinoamericanos ganaron la competencia. El jinete ganador del año pasado fue el mexicano Joel Rosario, quien ganó con el potro Orb en un tiempo de 2 minutos 2 segundos.