Paro Nacional para restablecer la democracia en México / Luis Cardona

Reflexiones / Luis Cardona / diario19.com

 

Mi nada querido ni respetado Enrique Peña Nieto de plano ha perdido la brújula hace mucho tiempo. Desde el inicio de su proyecto como candidato dejando la guberntura del Estado de México, donde ya había ordenado represiones y matanzas impunes, se veía venir el barco de la ilusión atlacomulqueña y la felicidad de oligarquía mexicana, que había tenido que soportar la alternancia política con el no menos ignorante Vicente Fox y la mente perversa de Calderón Hinojosa iniciador el genocidio mexicano, del que ahora hace memoria Peña, para tratar de lavar las culpas del Estado mexicano en sus antecesores, interesado hoy en otras, cosas, como sembrara legalmente Marihuana, y el otro instaurar su alcancía con el partido Humanista, que a la vez le sirve para ganar indulgencias perdidas con los 80 mil cadáveres con cuya sangre regó campos y avenidas en todo el País.

Peña Nieto voltea hacia atrás en su discurso del Viernes 28 de noviembre de 2014, para decir textualmente que los argumentos dichos por él el día anterior, no eran una novedad y que “pudieron haber sido postulados en el pasado, y ya se había debatido sobre ellos; sin embargo, ninguno de estos elementos es una realidad, no se han materializado”.

Pobre tipo. Quienes le organizan la agenda diaria, andan peor de perdido que él. En la inauguración de un hospital homeopático, se lanza a recordar lo inútiles que resultaron sus predecesores Panistas, sin tomar en cuanta los otros 70 años de historia de explotación, sometimiento, discursos falsos, hipocresía social, el falso reparto agrario, las reformas constitucionales a modo para someter al pueblo con “la ley e la mano”. De plano ni cómo ayudarle a lo que queda del hasta hace dos años “Joven Presidente de la República”.

La inauguración del Hospital Nacional Homeopático, es en sí una muestra del derroche presupuestal que como su administración gubernamental pretende con “Chochos” curar el cáncer del Estado Mexicano corroído hasta a los huesos por la corrupción y la utilización del crimen organizado como factor de terror en la nación.

No entiende Peña Nieto que México ya no tiene otra salida, más que cortar de tajo con teoría Neoliberal socio-económica e iniciar la restauración de la República llamando a un gobierno interino que se encargue, después de su dimisión como Presidente, de llamar al Congreso Constituyente y darle forma una Nueva Carta Magna, que entierre a la de 1917, que nunca cumplió a cabalidad con los preceptos de igualdad y respeto a las garantías individuales.

PRI y PAN han hecho de la Constitución un libro lleno de injusticias. Ahora en tiempos resientes, por la ambición del poder por el poder el PRD enarbolando un supuesto pensamiento de Izquierda, hizo más fuerte al partido de Estado. Por eso el Pueblo se Levanta. Ahora no creemos en partidos políticos, ni caudillos de ninguna especie. Creemos en el Poder del Pueblo por el pueblo, con una organización infinitamente mayor a los miembros adscritos a cualquiera definición de grupos políticos.

El Pueblo de México no está formado solamente por la clase en situación de pobreza, sino respaldada por la clase media, ahora liderada por jóvenes con conciencia y sabiduría, que dentro de diez años serán los que ordenen la política pública del país. Está incluida en éste pueblo mexicano, la clase media alta formada por los profesionistas forjados en la historia de los último 50 años. Empresarios y Comerciantes frenados por las leyes hacendarias que no les permiten crecer, que los frenan por órdenes de la Oligarquía mexicana, ese clan anti-democrático que ordena al gobierno mexicano cada paso que da.

Por eso ¿con quién cree que habla Peña Nieto?, títere sin cabeza del Estado oligárquico que lo mueve y hace pasar como un pelele en cada presentación que hace. La administración de la imagen de Peña, claramente manejada por Televisa, vocera de los mensajes del Estado, lleva a Peña Nieto a cavar su tumba, en un país que ya no tiene lugar para él, ni el suelo porque ahí yacen millones de mexicanos abonando con su muerte impune, la tierra que Zapata inocentemente creyó, era para quien la Trabaja.

Creo que llegó el tiempo de la Revolución NO violenta, el tiempo de desmotrarnos como pueblo, no como partido político, que la Fuerza de voluntad popular está en su organización para frenar al Estado en lo que más le interesa; el dinero. Debemos mostrar la fuerza pacífica de cómo un pueblo unido jamás será vencido. El Paro Nacional es una puerta de salvación, una estrategia popular con un daño colateral mínimo. Frenar la economía para forzar el restablecimiento de la democracia en México, sin tomar la calle, sin agredir físicamente a las fuerzas del “orden”, es una opción de valor popular, que no expone a nadie, ni brinda pretexto alguno al Estado para ejercer represiones con el uso de la fuerza pública.

El Paro nacional no consiste en formas violentas y en cambio si generaría cambios trascendentes, como la instauración del Congreso Constituyente que a su vez restablezca el orden social, económico y político de la Nación. Democracia para la solvencia social. Basta ya de Impunidad. El Estado está nervioso, ha iniciado ya la detención selectiva de disidentes, estemos alertas, pero muy unidos como pueblo.

La generación de Células ciudadanas es de suma importancia, para generar redes de seguridad en todos niveles. Esto sirve para llegar al gran llamado que forzaría el mayor paso democrático en el país, independientemente de la teoría político-social de cada quién, y en respeto absoluto a creencias individuales. La torre de Babel debe terminar, en un solo lenguaje de Libertad y democracia.

Lo anterior de ninguna manera quiere decir que no apoye en lo personal la protesta ciudadana en amplio ejercicio de sus derechos a manifestarse, pero si quiero señalar que cada vez que la protesta física en las calles se lleva a cabo, nos exponemos a la agresión del Estado y a su política de descalificación con la infiltración de grupos que distraen la atención mediática, sobre todo la nacional por el sometimiento de la empresas de comunicación al Estado mexicano.

El Paro Nacional no significa para vialidades, significa parar la economía del país. La protesta en las calles sirve para mostrar al mundo el hartazgo del pueblo mexicano. El Paro Nacional es otra cosa. Frena la economía del Estado. Qué haría el Estado sin la fuerza del Pueblo. El Pueblo debe determinar el rumbo de la estrategia del Estado, no el gobierno.