Reflexiones / Luis Cardona / diario19.com

 

Qué difícil ha sido para los medios de comunicación de paga en México, y para aquellos que buscan la bendición del Gobierno mexicano, en base a su política editorial idónea a la línea de comunicación social federal, lograr entrar en sus esquemas de contratación de publicidad; que difícil ha sido, repito para ellos dimensionar el discurso de Enrique de Peña, donde se juegan la tajada oficial de no atinar a ubicar exactamente  en sus portadas lo que conviene al Estado mexicano. Bueno, hasta aquellos que comunmente “filtran” boletines y comunicados, han aceptado vender menos ejemplares, tener menos auditorio, ha perder el convenio. Otros incluso dejan ver la política a tras mano y ubican la “Nota de ocho” de acuerdo a la ruta de quien autoriza los depósitos de instituciones Universitarias a sus cuentas, porque la mano que firma aplaudió al presidente en su más reciente presentación, como un guión de “Juanito Osorio”.

Es cuestión solo de observar las portadas de los diarios, para advertir lo que aquí os digo.

La manipulación informativa en el País, además es una corriente que va de las agencias informativas del centro del País hacia a los abonados, que deciden si siguen o no, lo que les envían, además obviamente de la llamada de Comunicación social del Estado, recomendando la “nota principal” para sus lectores. Así la República se llena del mensaje de EPN, y se asegura la inclusión en el presupuesto del siguiente año, en la lista de medios que recibirán el bendito convenio publicitario, que da “finanzas sanas” y posibilidades de seguir practicando ese periodismo que le gusta a la gente del Estado mexicano.

Obviamente no todos lo medios son iguales. Ya con ésta frase el que quiera puede pasarse de la línea de los vendidos, a la otra, y con eso es más que suficiente, ni siquiera deben irse a confesar con Fray Tomás el de “La 72”, el Padre Solalinde, de “Hermanos en el Camino”, José Antonio Fernández Hurtado nuevo arzobispo de Durango, Norberto Rivera Carrera Arzobispo Primado de México, o Prisciliano el párroco de Altar, Sonora. Cada quien que tome el lugar que más le acomode. ¿No?.

Así es nuestro medio nacional informativo mexicano. Está lleno de simulaciones, sumisiones, corrupciones, impunidades, traiciones, coptaciones y muchas oraciones. Algunos ganan indulgencias, otros prestaciones.

Por eso amigos, la gente está prefiriendo el mundo digital de la información, reducto de Blogs de muchos informadores mexicanos que para pagar la casa donde viven, los alimentos de la familia, el vestir de la pareja (en algunos casos solamente), la gasolina (cada vez más cara) la copita en La Castellana, algunos, otros en cualquier cantina “sin Luz” de la Plaza de Santo Domingo, o los taquitos del Salón Corona, donde por cierto sobran nalguitas. No me mal entiendan, lo que pasa es que cuando se sienta uno en sus banquitos, son tan pequeños que las nalgas sobran, cuelgan, vámos pa que vos me entendais. Repito, para pagar los placeres de la vida y las “necesidades propias, familiares de uno mismo”, pues siguen laborando bajo las Cabezas de ocho, que editores de confianza de la empresa les madrean sus textos y le dan “el sentido exacto” que corresponde a línea editorial del periódico, revista o Sitio WEB.

Terrible pretexto de los hermanos comunicadores que laboran bajo estas también “terribles presiones” de los medios que por un sueldo de 9 mil pesos mensuales en promedio, atan sus conciencias. Entonces emergen en sus blogs y empiezan a escribir lo que en las redacciones no se publica, bueno algunos, otros, los más prefieren entrar al Fecebook abrir páginas en las que les caen hasta 600 mil lectores que los llenan de alabanzas por lo bien que escriben, y notan ahí que en realidad que el “vendido” es el medio para el que laboran y no ellos. Zas. así es, son “La neta”. Eso está “chido”.

Otros más toman el twitter por asalto y escriben columnas en sus blogs para después darlas a conocer en los 140 caracteres con su nombre su foto, acá, bien “perrona”, con una frase “revolucionaria” de la ciencia cognitiva de Noam Chomsky, y más abajo la leyenda, “mis comentarios son a titulo personal”. Neta mis compas. Y se hacen famosos en los Satrbucks de la Condesa, La Roma, Polanco, algunos de la Nápoles y los cafés de la Alvaro Obregón, y las Plaza Luis Cabrera, en el “Center Hipster”.

Famosos, incluso algunos otros, en los límites de San Miguel Chapultepec y la Condesa, ahí cerca Metro Chapultepec, enseguida del puente de la Juan Escutia y el Circuito.

En fin, qué les puedo decir yo contar a ustedes que todo lo observan (mezcla de Chilango-Ñero con reportero-de-provincia). Y existen otros compas periodistas en Radio que los escucho diciendo: “Últimamente han salido muchos de esos periodistas, que ni lo son, apropiándose de la verdad. Si tu no estás en su círculo o no comulgas con sus medios, no te consideran periodista. Ya sabes, como Zepeda o la muchacha ésta que dizque el gober precioso quiso encarcelar. Bueno. Es que porque escriben libros, ya se creen de otro planeta”. Y entonces toman la batuta, y aseguran que el periodismo que practican en su espacio pagado en una estación de  AM, es el auténtico y el único hecho por verdaderos periodistas. Y apuntan luego al micrófono para decir que la vida está muy cara porque ellos lo observan y sienten a la hora de comprar un auto último modelo, a diferencia del que compraron el año anterior. ¡Plop!

No me diga nada. Escríbalo en su blog, si es que llegó a leer hasta donde voy.

Sin duda alguna existen otros mucho más congruentes, aquellos en los que en sus lugares de trabajo, les publican por lo valioso, sus trabajos, y existe una lucha entre todos por ganar la portada. Esos si que mis respetos. Pero son ton pocos y a la vez tantos para el medio que les edita, que no tienen más que escribir textos, que en momentos, me parecen mucho más valiosas que los que sus medios dan a conocer, y me regocijo de entre sus blogs, como oso de caricatura comiendo miel.

Esos no necesitan la leyenda del Twitter explicando que sus textos son a título personal. Es más las redes sociales, les sirven solo como indicador de opinión publica para crecer, para ser cada día mejores, para dilucidar en sus historias las dudas, conjeturas e hipótesis ciudadanas, que redunden en trabajos magistrales que muevan México, y no soy Peñista, si él se robó la de todos somos Ayotzinapa, porque no robarle algo, para dimensionar la calidad de los trabajos de estos compañeros, que laboran en libertad, sin auto-elogios, auto-censuras, o en busca de una dádiva “prespuestal” oficial.

El medio informativo mexicano, tiene de todo, como la República misma. Sin embargo es hora de actuar como lo hace ya la Nación mexicana, no a titulo personal como en Twitter, sino unidos, dispuestos al compromiso aún a cambio de nuestra zona de confort, y empezar, sino se ha hecho ya, a trabajar en la democratización de los medios, de la palabra.

La unión de los esfuerzos periodísticos nos hará más fuertes, menos débiles ante el poder del Estado, y entonces no utilizaremos pretextos de nadie, como tampoco importaremos clichés o frases, seremos entonces gente cumpliendo con su profesión, con su misión, su vocación y compromiso. Informar.

 

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