La jornada / diario19.com

 

Madres de migrantes centroamericanos desaparecidos en México exigieron que el gobierno mexicano detenga el plan Frontera Sur que -acusaron- es financiado por Estados Unidos y desechó las supuestas bondades de una ley de migración mexicana que en los hechos, es letra muerta.

“Tenemos bien claro que este plan Frontera Sur surge por la crisis humanitaria declarada por los Estados Unidos ante el aumento de la migración de niñas y niños. En mi país nosotros como organización de familiares vemos cómo ha sido declarado emergencia humanitaria, cómo se han movilizado por todas las deportaciones y cómo va llegando nuestra gente maltratada, nuestras mujeres víctimas de violaciones, los niños con un trauma que necesitan atención psicológica”, dijo la salvadoreña Anita Celaya.

La mujer forma parte del grupo de 43 madres o familiares llegadas a México el pasado 20 de noviembre desde Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua para participar en la X Caravana que busca a desaparecidos centroamericanos y que recorre 23 localidades que incluyen los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato y el Distrito Federal.

La salvadoreña afirmó que en su recorrido han platicado con migrantes y lo común han sido historias de sufrimiento ocasionado en su mayor parte por las autoridades mexicanas coludidas con grupos delincuenciales.

Dijo que una de sus principales exigencias para terminar con la violencia y extorsión que padecen, es que el gobierno mexicano extienda un permiso a los migrantes centroamericanos para que puedan cruzar el territorio nacional pues su objetivo es llegar a Estados Unidos y “no se quieren quedar aquí”.

“Los migrantes no son mercancía, son nuestros hijos, una parte del corazón de cada una de nosotras y por eso no nos importa todo lo que tengamos que pasar para buscarlos y exigir a las autoridades un alto. Ya es suficiente todo lo que han masacrado a nuestros hijos”, concluyó.

Fray Tomás González Castillo, director de la La 72 Hogar Refugio para Personas Migrantes y quien es uno de los organizadores de la caravana junto al Movimiento Migrante Mesoamericano, dijo que por desgracia las madres que vienen a buscar a sus hijos han encontrado un país donde se vive una “escandalosa violencia, pobreza extrema y desigualdad”.

“Por más que queramos decirles que sus hijos son bienvenidos eso no es verdad, por más que queramos pintar las estaciones de Migración y que duermen calientitos en un colchón, no les podemos ocultar que son cárceles fruto de la política migratoria de criminalización del extranjero pobre, por más que quisiéramos ocultar y decir que nuestro país es un país de acogida, anfitrión, donde el estado respeta los derechos humanos, no lo podemos hacer”, dijo.

A pesar de eso, continuó, las madres vinieron también a solidarizarse con el dolor que vive el pueblo de México por las desapariciones, incluida la de 43 normalistas de Guerrero.

“Porque cuando la sociedad, los medios de comunicación, los que van viendo pasar la caravana y ven las fotografías colgadas en el pecho dicen: Hay gente desaparecida y de esa desaparición el gran responsable es el estado mexicano”.

También en la caravana está el nicaragûense Álvaro Sandino, quien dijo que la caravana además de buscar a los desaparecidos exige que el gobierno mexicano brinde respuestas positivas y que los de los países centroamericanos exijan la repatriación de quienes están presos en las cárceles de México.

Después de su llegada a la casa pastoral parroquia nuestra señora del sagrario en Guadalajara, donde descansaron y comieron, la caravana realizó una marcha acompañada de miembros de organizaciones locales como la Fundación de Nuestros Desaparecidos Jalisco, cuya titular Guadalupe Aguilar les propuso crear una gran red para entre todos hacer lo que el gobierno no hace, encontrar a quienes ellos mismos desaparecieron.

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