El contexto de una guerra fracasada

Jorge Torres / Reporte media

Desde hace décadas el crimen organizado ha creado estructuras de poder que se interrelacionan con las estructuras formales de poder de los estados nacionales. Interactúan y conviven con los gobiernos y penetran las estructuras sociales influyendo en la cultura popular en los países de influencia. El dinero y la violencia son la marca de estos grupos trasnacionales del crimen que controlan todos los ámbitos de lo ilícito en el mundo.

Desde Italia en Europa hasta los Estados Unidos, pasando por los países asiáticos y los Balcanes, los grupos mafiosos controlan una gran parte de la economía mundial. Los cálculos del negocio internacional del crimen  -que abarca desde el tráfico de drogas, la piratería y el tráfico de armas, hasta el secuestro, la extorsión y el tráfico de personas-, se estiman en más de 800 mil millones de dólares.

Investigaciones policiacas ubican a los principales grupos mafiosos en Italia, Albania, Kosovo, Macedonia, Turquía, China, Taiwán, Japón y EU. En Italia están instalados tres de los principales grupos mafiosos que operan en Europa: la Cosa Nostra siciliana, la Ndrangheta de Calabria y la Camorra napolitana. La mafia albanesa opera en Albania, Kosovo y Macedonia. La mafia turca  -asentada en Turquía- opera en Asia Central, mientras que en Asia Oriental operan las Triadas en China y Taiwán. Japón está bajo la influencia de la Yakuza, y en EU y Canadá sigue operando la Cosa Nostra norteamericana, un clan de familias que tienen su origen en la Cosa Nostra siciliana.

Alrededor de estos grupos del crimen operan otras estructuras mafiosas, como la mafia rusa o los cárteles latinos del narcotráfico.

La Cosa Nostra siciliana cuenta con alrededor de cien familias cuyos integrantes no rebasaban los cinco mil 200 miembros. Este grupo a corrompido la política italiana y ha penetrado las estructuras del Estado, un hecho que ha quedado en evidencia luego de la disolución de ayuntamientos enteros por vínculos con la mafia (entre 1991 y 2000 se disolvieron 30). La Ndrangheta tiene poco más de 150 familias y unos seis mil miembros, y de acuerdo con informes policiacos es hoy en día la más peligrosa en Italia. Tiene vínculos en Europa, África, Asia, Rusia, EU y América Latina. La Camorra también tiene vínculos con países de Europa y América. Se calcula que son 100 familias las que integran este grupo criminal integrado por más de seis mil miembros.

La mafia Albanesa ha logrado sacar provecho del caos en los Balcanes y ha penetrado las estructuras políticas, mezclándose con grupos políticos en los parlamentos. Tan sólo en Kosovo operan 15 clanes mafiosos. Uno de los principales negocios de este grupo es la droga que pasa por Albania rumbo a Europa, un mercado de mil 500 millones de euros al año. Por su parte la mafia turca mueve 60 mil millones de dólares de la economía subterránea en ese país.

Las triadas chinas tienen alrededor de nueve mil miembros y se dedican a todo tipo de contrabando, desde el tráfico de drogas y armas hasta el contrabando de personas. La expansión de las Triadas en el mundo se deriva de la globalización del mercado chino. En Japón, la Yakuza cuenta con alrededor de 85 mil miembros, diseminados en 25 federaciones. La Yakuza se organiza en empresas y opera todo tipo de negocios ilícitos.

La Cosa Nostra norteamericana se conforma de veinte familias cuyos integrantes se calculan en alrededor de mil personas diseminados por todo el país y diez mil socios que trabajan para ellos. Las principales familias están asentadas en Nueva York, Las Vegas y Miami. En América es el grupo más poderoso y controla el trasiego de drogas que fluye de Latinoamérica a EU.

Ese es el contexto de la guerra contra las drogas en México.

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