Diario 19

 

Pues nada, que Manolito Aguirre, “El maquillista de Duarte” en el Ichitaip, anda a la búsqueda de gente de sus confianzas, porque la redacción de El Diario de Juárez se quedó impregnada hasta del olor de la omisa, Rocío Gallegos. Si, la Gallegos dejó a sus amigas que no la siguieron y unos tres o cuatro varones que vivían a sus expensas, entre ellos el ex de Lucy Sosa, el de los tratos para los de la fuente policial, el de la frase aquella de “sin mi chayo no me hayo”. Y es que no se van porque esperan dos cosas, que los y las despidan con una buena cantidad de pesillos, o bien les digan ahora cual es la estrategia para tupirle al gobernador, ya que la de Gallegos no culminó más que en la salida de la “vaca sagrada” de Sabinas.

Bueno, pues en esa búsqueda desesperada por encontrar un equipo leal, que no le aborrezca, como los que se quedaron, y acepten trabajar bajo la línea “deodontológica” de la casa. Ahora quiere dejar a Oscar Cantú sin empleados, o no se si quiera hacerle el favor de llevarse a la gente sin que el empresario del extinto Norte los indemnice. Si, los de Norte, algunos, siguen laborando en una especie de Imprenta grandota y maquilan una buena cantidad de publicaciones, además de que ya abrieron nuevamente nortedigital.mx Esto último ha sido una agradable noticia, porque en verdad hace falta que los compas como Barranco, Tony Flores, Parada, Francisco y otros, tengan jugada en la democratización informativa que urge.

Pero si Cantú no se pone abusado, Osvaldo le va a jugar la de siempre, con el doble del sueldo que les paga a sus empleados, lo va a dejar sin adherentes, lo cual sería una verdadera pena.

Por lo pronto la propuesta como jefe de Información fue para Antonio Flores Schroeder, que ayer me negó la historia que se esparció como agua pestilente en la calle Mina del centro de Cd. Juárez. El Chaparrín de Flores Schroeder, además de periodista y escritor, bloguero y mentador de madres número uno contra el coordinador de comunicación social del gobierno estatal, recibió una “ofertona” casi millonaria por irse a mover la redacción que Aguirre desconoce por completo. Manolito es de escritorio, plática ramplona, cafetero, gorrón y labioso, ésta última su principal arma para desfalcar empresas como ya lo hizo en alguna ocasión con Norte, donde escribía Mirone, como siempre escondiendo la mano que aflojaba el billete.

Tony dice que no aceptó, pero cómo creerle si los ofrecimientos de Oswaldo son como cantos de sirena, dulzura para los oídos. Eso sí cuando Oswaldo se fija en alguien, tiene lana, carro, casa, y lo que su preferencia sexual le anime. En eso no tiene medidas, gente que le sirve para sus propósitos, cae por que cae. Es solo cuestión de ceros.

Esa es la encomienda de Manolito que además maneja ya, desde la salida de Rafael Navarro de la Sub dirección del periódico El Mexicano, a la OEM en Juárez, a tras mano de su compañero Cabrera. El trabuco se está armando en los medios, y ya verán ustedes los trancazos. Al menos en Juárez, el que lleva esa fuerza a su favor es el Independiente Cabada que se ha sabido manejar con quienes operarán con la opinión pública la imagen.

Mientras tanto El PAN vela armas, y no se deja ver mucho, pero ya hasta Televisa se le voltea al albiazul y al mismo gobierno estatal desde la bronca de Héctor González contra el alcalde juarense. El discurso de González fue definitivo en la tendencia de Televisa que empezó a golpear al gobierno estatal para que la gente no creyera aquello de que Televisa en Juárez trabaja para él.

González dijo que la compra de publicidad del gobierno del estado a Televisa no le marcaba línea, y él le decía sus cosas a Cabada como a Corral y el gobierno estatal y quien se pusiera en frente y le sonaron fuerte en varios eventos, seguridad, educación, JMAS, fideicomiso de puentes, obras públicas, y se puso ahora del lado de sus colaboradores, Pillo, Navarro, Mario Héctor Silva y otros que se notan muy hechos a la “izquierda” de González Mocken y Pedro Torres.

Pues así son las cosas, la política es de lo más ingrata, y no hay mono que no se mueva con la cuerda del dinero. ¿o no?.

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