Luis Cardona /Fotos: Gema Dávila / diario19.com

 

La marcha solemne tras cinco años de una injusta resolución del Estado por no obligar al gobierno federal a llevar a la cárcel a los responsables de la muerte de cuarenta y nueve niños, el 5 de junio de 2009, durante un incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, recorrió entre miradas, tristes, aplausos de apoyo, ulular de sirenas, escolta policiaca y un sinúmero de adherentes, paseo de la Reforma, desde el monumento a la independencia (El ángel) hasta el Zócalo del DF, donde la protesta terminó con las fotografías de los 49 pequeños frente al Palacio Nacional, puerta que no se abre jamás para causas como esta.

Las ventanas resguardadas por barrotes antiproyectiles, cerradas, salvo una, por dónde alguien filmaba. Miles de personas acompañaron a tres de los padres de los niños fallecidos, que llegaron a la ciudad de México a encabezar la protesta. Al frente varios artistas mexicanos cargaban las fotografías de los bebés. Atrás las banderas en su memoria, luego las lonas con leyendas y recuerdos de los 49. Más atrás las carriolas vacias; más gente a pie que se reunió en el ángel para marchar, y sobre todos ellos, el silencio, las almas de los pequeños que reclaman justicia a un gobierno indolente, sordo, omiso.

La justicia en México, no existe. Esta visto.

 

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