Luis Cardona / diario19.com

 

Javier Duarte de Ochoa, como se hace llamar el actual Gobernador veracruzano supo ganarse a pulso la animadversión de propios y extraños, con el clima de terror al que sometió al Estado más peligroso para ejercer el periodismo y cualquier actividad en pro de los grupos vulnerables, sin embargo el hecho de que de el PRI perdiera la gubernatura, no significa que la herencia duartista termine, pues Yunes Linares no es el paladín de la justicia que esperan los habitantes. Tienen la esperanza de que las cosas cambien, sin embargo la estructura de Poder está bien definida y difícilmente ésta permitirá desajustes que le incomoden.

Duarte debe enfrentar juicios penales por la omisión socarrona con que actuó en cada asesinato de periodistas y derecho-humanistas, condenas que debe purgar en la cárcel. Sin embargo esto se ve tan lejano como el gozo de quienes inocentemente ven a un PRI disminuido ante un gobernador electo emanado de la misma oligarquía que lo envía para con disimulo vestir de democracia una contienda electoral pactada a todas luces.

Cómo creer que quienes firmaron el pacto nacional, ahora se muestren contrarios. Esta es la política del disimulo. El Estado moviendo el poder para seguir manteniendo con alfileres una democracia inexistente y grosera.

Asi, en este contexto, el Comisionado Presidente del Organismo Público Local Electoral (OPLE), del Estado de Veracruz, Alejandro Bonilla, confirmó cerca de la medianoche del 5 de Junio la victoria del candidato de la Coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, de acuerdo con el Conteo Rápido de la elección, avalado por un “comité científico y los partidos”.

Los datos oficiales del OPLE dan una ventaja de hasta cuatro puntos porcentuales al panista Yunes Linares sobre su más cercano competidor, el candidato de la colación que encabeza el PRI, Héctor Yunes Landa.

Miguel Ángel Yunes Linares obtuvo el 33.48%  de  los votos; Héctor Yunes Landa, de la colación que encabeza el PRI alcanzó 29.24% y en tercer lugar se colocó Cuitláhuac García, del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con 28.17% de los sufragios, sorpresa que quizá pudiera escalar el poder en las siguientes elecciones.

De inmediato los bastiones del político panista Miguel Ángel Yunes Linares en el Puerto de Veracruz y Boca del Río se convirtieron en un carnaval, donde se celebró  hasta la madrugada la primera alternancia política en el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave en más de 80 años de gobiernos tricolores.

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