Murió Muhammad Ali / El Más Grande / ¿Por qué Dios es Blanco?

diario19.com

 

Cassius

 

PHOENIX, EU 4 de Junio.- Muhammad Ali, el ex  campeón peso completo cuyos golpes y avasalladora personalidad transformaron el deporte y le hicieron una superestrella mundial, falleció, a los 74 años, informó su familia.

Ali padeció Parkinson, una enfermedad que afectó su capacidad locomotora, pero no apagó su presencia. Figura sobresaliente en sus mejores tiempos, Ali siguió viajando y haciendo presentaciones en sus últimos años pese a quedar virtualmente enmudecido por los miles de golpes que recibió en su asombrosa carrera.

Fue un gigante de su época

Un boxeador veloz, combativo y fanfarrón cuya influencia fue sentida más allá del cuadrilátero. Se trabó en algunas de las peleas más memorables de la historia, pese a ver su carrera interrumpida por más de tres años cuando se negó a registrarse para el servicio militar durante la guerra de Vietnam.

Doblegó al invencible Sonny Liston, protagonizó una emocionante trilogía de peleas con Joe Frazier y derrotó a George Foreman en Zaire.

Pero pagó un terrible precio por los aproximadamente 29 mil golpes a la cabeza que recibió en una carrera que le hizo una de las personas más famosas en el mundo.

“¡Soy el más grande!”, gritó una y otra vez.

Muy pocos se atreverían a contradecirle.

 

 

La leyenda se apagó y el mundo llora la partida de uno de los personajes más importantes del siglo XX, no sólo como deportista sino como ser humano. A los 74 ha muerto el mejor de los mejores, nacido bajo el nombre de Cassius Marcellus Clay, en Lousiville, Kentucky, decidió abandonar ese nombre porque de esa manera se despojaba de una historia blanca que no le pertenecía.

Muhammad Alí fue el nombre para el boxeador, el activista, el padre y el hombre desde el ring cambió para siempre el boxeo, y desde su voz, la historia de un pueblo. Sus palabras no sólo fueron eso, fueron acciones, hechos y decisiones que lo pusieron en la mira como el peligro o el mal ejemplo, sin embargo Alí sembraba futuro y esperanza en años que la lucha por los derechos civiles en los EEUU no estaba para medias tintas.

Alí estuvo en la primera línea, al igual como en el cuadrilátero para ser el quien recibiera los golpes que pocas veces recibió sobre el ring. Se ha ido el más grande de todos los tiempos como se autodenominó, se ha ido el elgido, una figura casi mesiánica que hizo del deporte algo más que entretenimiento. Se ha ido uno de los últimos héroes de la humanidad, uno de esos que definitivamente lograron cambiar el mundo.