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Los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa exigieron a Enrique Peña Nieto que, con el fin “de estar de lado de la verdad y no de la mentira”, se comprometa a replantear la investigación sobre los 43 normalistas desaparecidos y los tres asesinados con una unidad especializada de investigación supervisada internacionalmente, compuesta por un par de instancias que  indaguen a profundidad dónde están los estudiantes y otra que investigue “el montaje con el que se pretendió engañar a las familias” refiriéndose a la PGR y Jesús Murillo Karam.

En la reunión que el colectivo de Ayotzinapa, -integrado por 96 personas, entre padres de familia, abogados, representantes de las organizaciones de acompañamiento, los cinco integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la OEA y los antropológicos forenses argentinos- en el Museo Tecnológico, Peña Nieto recibió el documento con ocho demandas.

Otra de estas consiste en que el gobierno federal acepte plenamente y no sólo para su análisis, el informe recién emitido por el GIEI, con todas sus recomendaciones. Piden también que se amplíe su mandato por un año, y no por los seis meses que fueron establecidos recientemente por el grupo de alto nivel tripartita que integran la Secretaría de Relaciones Exteriores, Secretaría de Gobernación y la Procuraduría Genera de la República (PGR).

El documento también expresa que “mientras no haya verdad nuestra legítima búsqueda de justicia marcará su administración y a su nombre se asociará el de Ayotzinapa como un símbolo de la impunidad y de la corrupción que reina en el país”.

Peña Nieto ha respondido que la investigación continuará hasta llegar a su culminación.

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