Criptocracia. El canal 22, despotismo iletrado / @evillanuevamx

Ernesto Villanueva / diario19.com

 

Ayer se cumplieron 22 años del canal 22 de televisión donde se festejó con censura, agravios personales a sus directivos y reporteros por parte del señor Raúl Cremoux, director general del otrora medio público donde la pluralidad y la crítica tenían cabida. Fue el doctor Jorge Volpi, en el 22 quien constituyó la defensoría del televidente, única en su género en los medios que viven con cargo al erario, se abrieron espacios de temas tabú para las buenas conciencias y se dio lugar a la crítica política. Hoy sólo quedan cenizas de esos logros edificados por la iniciativa personal de Volpi paradójicamente sin ley de por medio. Hoy con ley en materia de medios públicos el retroceso está siendo su hilo conductor. Veamos.

Primero. Es grave la denuncia hecha por el reconocido periodista de investigación Marco Lara Klahr, a quien lo respalda un gran prestigia en la comunidad periodística nacional e internacional y quien tiene en su haber varios premios nacionales e internacionales por sus prendas profesionales que son públicas y notorias. Lara Klahr afirma que hay censura al periodismo de investigación en el canal. El señor Cremoux lo acusa a él y a su equipo de colaboradores de ser “radicales” por el “pecado” de ser imparciales, independientes y profesionales. Esa “radicalidad” es la que se espera de un medio que vive con cargo a usted y a mí para garantizar nuestro derecho a la información que tutela el artículo 6º constitucional. Cabe recordar además que la censura previa está expresamente prohibida por mandato del artículo 70 constitucional en su segundo párrafo, lo que ha violado el señor Cremoux. En una acalorada discusión del comité editorial celebrada el pasado viernes 21 de junio (que se puede escuchar aquíhttp://marcolaraklahr.mx/wp-content/uploads/2015/06/20150622-130830-2.mp3) el señor Cremoux se dibuja a sí mismo por varias cosas entre ellas, las siguientes: a) El señor Cremoux se dice a sí mismo experto en producción de televisión y con capacidad para calificar los programas del 22. Falso. El señor Cremoux no tiene ni siquiera una licenciatura según consigna la dirección general de profesiones de la SEP. Tampoco ha sido consultor o productor de la BBC de Londres, de la ABC de Australia, de la PBS de Estados Unidos ni menos jurado en los festivales internacionales sobre la materia, por lo que no es referente en nada. Afirma que “tiene un historial” porque ha publicado libros. Cabe señalar que esas obras carecen de rigor científico y no pasarían un dictamen científico porque no tienen un aparato crítico, metodología e hilo conductor. No es, pues, referente de nada. Un burócrata que agarró el último tren de su vida laboral.

Segundo. b) El señor Cremoux sostiene entrelíneas su falta de independencia cuando afirma que “el canal es una multiplicidad de factores donde intervienen un sinfín de intereses internos y sobre todo externos” y que no se han subido los sueldos de quienes ahí laboran porque “no ha querido el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray”; c) El señor Cremoux sostiene que siempre estuvo en contra de que se creara el canal 22 porque era un “canalito” “marginal” ¿Por qué ahora aceptó ser director de ese “canalito” si tuviera congruencia consigo mismo? Y c) El señor Cremoux se muerde la lengua cuando sostiene que: “Me manejo con una gran claridad”. Se voló literalmente la barda con esa afirmación. Si alguien se toma la molestia de revisar el portal de transparencia podrá encontrar que no existe “claridad”, sino una gran opacidad. No se puede saber casi nada .¿Cuál es el salario mensual del Director General del Canal 22? ¿Cuánto cuesta cada programa realizado en sus instalaciones? ¿Cuál es el salario de conductores y presentadores? ¿Cuánto se paga por programas externos nacionales o extranjeros? ¿A cuánto asciende la nómina y a cuánto los honorarios del personal contratado? Y un largo etcétera. Como se sabe en la opacidad germina muy bien la corrupción. Lo primero que debería saber el señor Cremoux es que el canal 22 es un medio público; es decir, un medio al servicio del pueblo, jamás del gobernante. (No le hará daño consultar la obra que editamos la Mtra. Fidela Navarro y yo “Medios de servicio público y transparencia: análisis y medición de su desempeño” editado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en coedición con el Senado de la República. México.2008)

Tercero. A Juan Jacinto Silva, quien fue hasta la semana pasada el director de noticias del canal 22 por más de 10 años y a quien tuve el honor de conocer cuando dirigía “La República de los medios” en el 22 en tiempos de Jorge Volpi, le tengo un profundo reconocimiento por su trabajo profesional en hacer televisión de calidad, de la que es, en consecuencia, un gran experto. El señor Cremoux dice que no lo despidió, sólo le “llamó la atención” y decidió irse. La verdad es que el director del canal 22 entiende “llamar la atención” insultar a las personas y tratarlas de a mentadas de madre, como lo hizo con Juan Jacinto, un hombre además de un trato fino y sencillo. Como es natural en las personas que tienen dignidad al oír esas “jocosas palabras (Lorenzo Córdova dixit) presentó su renuncia al canal 22. La sociedad pierde al salir uno de los principales pilares del canal. Con la claridad y valentía que le caracteriza a Guadalupe Pereyra, subdirectora de noticias, reviró al señor Cremoux, quien pedía el apoyo de directivos y reporteros para dar el gran salto al pasado priista y hacer del 22 un canal del presidente Peña Nieto, en la reunión del comité editorial citada donde señaló “el hecho de que sea un canal cultural no implica que se deba obviar temas que corresponde saber a la sociedad”. Y así es efectivamente. Claro que no se puede comparar al doctor Jorge Volpi que brilla con luz propia que el señor Cremoux que no tiene brillo personal y está en el ocaso de su vida profesional. Para celebrar los 22 años el 22 sufre al estar bajo el yugo no del despotismo ilustrado del siglo XVIII, sino del despotismo iletrado del señor Raúl Cremoux cuyo único mérito es seguir la conseja priista de que al gobernante no le dice “pase usted”, sino “pise usted”. Y peor a los regaños de sus jefes les responde “gracias por hablarme de tú”.

Apostillas

1.- En Baja California el gobierno del estado hace todo lo posible para que no pase la iniciativa de Ley de Transparencia yequidad de publicidad oficial hecha por los periodistas bajacalifornianos y con un sustantivo apoyo de los diputados del congreso local, donde nadie tiene la mayoría. El argumento que no resiste el menor análisis es que el congreso local carece de competencia para legislar sobre esa materia. Ver para creer semejante afirmación.

2.- En Jalisco, el ameritado jurista, principal experto en transparencia del estado, Óscar Constantino Gutiérrez ha iniciado la lucha porque la “Ley vitrina” que es, en realidad, la “ley opaca” no sufra cambios ahora por el temor fundado de que haya más retrocesos. Sugiere que sea la siguiente legislatura la que lleve a cabo las reformas para ajustarla a la reforma constitucional en materia de transparencia y a la Ley General de Transparencia con una voluntad de apertura informativa. Bien